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Manuel Hernández Villeta

Las espadas están afiladas, pero nadie trata a fondo los problemas de la guerra, la miseria y el hambre

Iowa, primera señal

La victoria de este jueves no es tan determinante para las huestes republicanas. Pero no cabe duda de que Mike Huckabee, un pastor protestante situado ideológicamente a la derecha de George W. Bush, ha ganado una enorme dosis de credibilidad ante el electorado estadounidense y un nuevo impulso de cara a las próximas elecciones primarias de New Hampshire, que se celebrarán el próximo martes con Huckabee en tercer lugar en las encuestas. 

  • Después del caucus de Iowa, al bando republicano le ha quedado claro que nunca antes se había encontrado con un abanico tan dispar de candidatos. Por primera vez, cada nombre representa un modelo diferente, que no está cortado por un mismo patrón conservador. 

  • Mike Huckabee, que partía como favorito en Iowa y ha terminado por situarse a la cabeza en la parrilla de salida para convertirse en el candidato del Partido Republicano para la Casa Blanca, ha defendido la moral y los valores tradicionales de la derecha norteamericana por encima de cualquier otro mensaje. Es la seña de identidad de este pastor evangélico que ha ascendido al primer plano de actualidad gracias a un discurso que enlaza directamente con el electorado más conservador que rechaza el aborto. 

  • Huckabee se ha impuesto al otro gran favorito, Mitt Romney. Este exitoso empresario se ha gastado más de 7 millones de dólares en la campaña para Iowa pero su línea moderada no ha tenido tanto éxito como al principio se esperaba. Romney, millonario que ha contado con el apoyo de Bush padre, intenta trasladar su triunfo en los negocios a la política. Sus últimos discursos han tratado el tema de la Seguridad Social y se ha acercado a un sentimiento de cambio dentro de los votantes republicanos. Sin embargo, los analistas ya habían apuntado que podía pesar mucho su condición de mormón dentro del electorado republicano. 

  • Mucho más cerca de esos viejos valores republicanos, que poco representa Romney, está John McCain, el tercero en discordia en esta batalla de los causases. McCain, el más anciano de todos los candidatos con 71 años, se ha vendido como el representante del patriotismo y la seguridad nacional, apoyando siempre la guerra de Irak y la actual estrategia de la Administración de Bush. Sin embargo, a diferencia de otros rivales, ha declarado su oposición a la tortura o ha defendido una línea moderada sobre la inmigración. Con todo, el mensaje de McCain monopoliza el de los sectores conservadores. 

  • Todo lo contrario que el gran ausente de esta cita, Rudy Giuliani, que renunció a hacer campaña en Iowa sabedor de sus escasas posibilidades de éxito. Giuliani, un candidato en liza por el apoyo popular que arrastra a lo largo y ancho del país, quiere centrarse en su campaña sin contar con este caucus. Los asuntos de faldas han marcado la carrera política del ex alcalde de la ciudad de Nueva Cork pero su promesa de limitarse a ejercer mano dura en los asuntos de seguridad nacional cala en buena parte de los votantes, incluso en el bando demócrata. Pese a su asuencia en Iowa, Giuliani tendrá mucho que decir en esta carrera de fondo, donde las encuestas le otorgan el mayor número de votos en otros estados, situándole el primero entre los candidatos republicanos


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