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Manuel Hernández Villeta

La odisea de Lucía Morrett, la estudiante mexicana herida el dia que murió Raúl Reyes

Lucía Morett en una conferencia de prensa en Quito (10/04/2008) Lucía Morett en una conferencia de prensa en Quito junto a su madre (10/04/2008)
Daniel Ortega, presidente de Nicaragua Felipe Calderón y Álvaro Uribe en el Foro Económico Mundial en Cancúl

Lucía Morett, la estudiante mexicana herida durante el ataque del ejército colombiano a un campamento de la guerrilla de las FARC en territorio ecuatoriano, se encuentra en Nicaragua.

 

Así lo confirmó el presidente de este país, Daniel Ortega, al finalizar un discurso pronunciado en la noche de este jueves en Sébaco, a unos 100 kilómetros al norte de Managua

 

Según el mandatario, la joven llegó el miércoles procedente de Quito acompañada por sus padres y una dirigente de la Asociación Latinoamericana para los Derechos Humanos, "en tránsito hacia México".

 

"Ella y su familia nos han pedido que quieren descansar un poco y esperamos que la embajada de México termine el trámite del pasaporte y después viajen en el momento que lo consideren conveniente", manifestó Ortega.

 

 

Habla el padre de Lucía Morett

Temores y garantías

 

Pero tanto en una conferencia de prensa la semana pasada en Quito, como en declaraciones esta semana a una radio mexicana, Lucía Morett expresó dudas sobre un inminente regreso a su país.

 

 

En Quito había dicho temer por su vida si volvía a México.

Aunque la canciller mexicana, Patricia Espinosa, aseguró que existen todas las garantías constitucionales para el retorno, una organización de derecha anunció que presentará cargos contra Morett acusándola de ser una terrorista internacional.

 

Otro de los temores expresados por la joven y sus padres es la posibilidad de que traten de atentar contra su vida, luego de que tras el incidente del 1 de marzo su nombre fuera vinculado a la guerrilla izquierdista de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

 

En la operación murieron 26 pesonas, entre ellas uno de los principales jefes de las FARC, un ecuatoriano y cuatro estudiantes universitarios mexicanos, cuya presencia en el campamento de las FARC todavía se investiga.

 

Morett y otras dos colombianas fueron heridas durante el ataque y rescatadas luego de la zona por militares ecuatorianos que las trasladaron al hospital de las Fuerzas Armadas en Quito.

 

 

Lea: Correa advierte a las FARC

Tensión diplomática

 

El incidente desató una de las tensiones diplomáticas más intensas de los últimos años entre Colombia, Ecuador y Venezuela que sumó a otros países latinoamericanos.

 

 

Uribe y Calderón se encontraron en Cancún en la reunión del Foro Económico Mundial.

Esta semana, el presidente colombiano, Álvaro Uribe, quien asiste en la ciudad mexicana de Cancún al Foro Económico Mundial, declaró que no lamentaba haber ordenado la operación militar.

 

Pero al mismo tiempo, al hablar ante medios de comunicación de México, puso el dedo en la llaga al sugerir que los estudiantes sí estaban involucrados con las actividades de la guerrilla.

 

 

Lea: Uribe: "Eran compinches de la guerrilla"

Mientras el presidente mexicano, Felipe Calderón le solicitó no prejuzgar a los jóvenes, la Universidad Nacional Autónoma de México emitió un comunicado en el que calificó los comentarios de Uribe como "infundados, imprudentes e irresponsables".

 

Los comentarios también resonaron en el lado ecuatoriano, cuyo vicepresidente, Lenín Moreno, consideró que podrían significar un paso atrás en las relaciones entre Quito y Bogotá.

 

Los vínculos de Ortega

 

 

Ortega ha confesado abiertamente su simpatía por las FARC.

Mientras tanto este jueves, el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, se refirió a la presencia de Lucía Morett en su país como una "acogida a una hermana mexicana".

 

"Nosotros somos solidarios y no podemos negarle el abrigo a ningún hermano del mundo", expresó a los periodistas.

 

A pesar de estas expresiones de solidaridad, muchos recuerdan que el mandatario ha expresado también en ocasiones anteriores su solidaridad con las FARC.

 

En efecto, en 1999, cuando lideraba la oposición nicaragüense condecoró con la máxima distinción del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) al jefe de esa guerrilla, Manual "Tirofijo" Marulanda.

 

De éste llegó a decir que era un "querido hermano y comandante de la revolución colombiana" y niega de que las FARC sea "un grupo terrorista", sino un movimiento armado que ocupa un espacio político en Colombia.

 

 

 

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