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Manuel Hernández Villeta

La desgracia sigue golpeando a Birmania...Un ciclón, en medio de un gobierno militar, que impide cobertura de la prensa internacional

 [foto de la noticia]


Más de 10.000 personas murieron a consecuencia del embate de un poderoso ciclón en Birmania, indicó a la televisión oficial el ministro de Exteriores de ese país asiático, Nyan Win.. Dijo además que el gobierno militar está dispuesto a aceptar la ayuda ofrecida por la comunidad internacional, dando luz verde a los preparativos en distintos países.

 Se trata de una concesión inusual por parte de un gobierno que rechazó ayuda tras el devastador tsunami de finales de 2004.   Miles de supervivientes del ciclón Nargis se encuentran a la intemperie, sin agua potable, electricidad o acceso a información sobre la situación. La ayuda no ha llegado todavía a muchas regiones del país, y muchos afectados critican la lentitud en la respuesta de las autoridades.  En cinco provincias, con unos 24 millones de habitantes, ha sido declarado el estado de emergencia.

 

Aumenta el número de víctimas

 

 En buena parte del país las calles están bloqueadas y el suministro de agua potable interrumpido.

 

Este sábado el ciclón Nargis arrasó Birmania con vientos de hasta 190 km por hora.

 

A primera hora de lunes la cifra de muertos rondaba los 350, pero más tarde los medios estatales dieron cuenta de que las víctimas fatales ascendían a más de 4.000.

 

El saldo volvió a multiplicarse dramáticamente con las declaraciones de Win, quien dio una conferencia de prensa junto al primer ministro y el ministro de Información birmanos.

 

"De acuerdo a los últimos informes, más de 10.000 personas han muerto", dijo el canciller, quien advirtió que todavía se está recopilando información sobre el desastre, y que la cifra podría crecer aún más.

 

A pesar de que el país mantiene tensas relaciones con buena parte del mundo exterior, Win agregó que su gobierno dará la bienvenida "a la ayuda de otros países". "Nuestra gente está en problemas", explicó.

 

 

En imágenes: La huella del Nargis

Asistencia humanitaria

 

 

Todavía se está recopilando información sobre el desastre, y las víctimas podrían aumentar.

 

El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki Moon, dijo estar alarmado por el desastre y se comprometió a hacer todo lo posible por Birmania.

 

"Como primer paso, la Oficina de Coordinación de Desastres y Asistencia ya se ha organizado y está a la espera de prestar asistencia si se requiere", dijo.

 

Los pueblos de Bogalay y Laputta, en la región de Irrawaddy, son dos de los más afectados, dijeron los medios estatales. Cerca del 80% de Laputta ha sido destruido, y los socorristas aún no han podido llegar a los supervivientes.

 

Informaciones llegadas desde Rangún indican que miles de edificios han sido derribados hasta los cimientos, que el tendido eléctrico está destrozado y que los árboles fueron arrancados de raíz.

 

Las calles están bloqueadas y el suministro de agua potable interrumpido.

 

  Como primer paso, la Oficina de Coordinación de Desastres y Asistencia ya se ha organizado y está a la espera de prestar asistencia si se le requiere

 

Ban Ki Moon

 

El funcionario de asistencia humanitaria de la ONU, Richard Horsey, confirmó que varios cientos de miles de personas requieren albergues y agua potable.

 

Pero explicó que es imposible calcular exactamente cuántas personas resultaron damnificadas por la magnitud de los destrozos en los caminos y en los sistemas de comunicación.

 

En camino

 

Tanto la ONU como otras organizaciones de asistencia humanitaria han enviado equipos de reconocimiento al terreno, y ya se preparan cargamentos de ayuda, al tiempo que distintos gobiernos ofrecen echar una mano.

 

 

Los organismos internacionales ya están preparando cargamentos de asistencia humanitaria.

 

Tailandia ya ha despachado a un avión con nueve toneladas de comida y medicinas.

 

India anunció que está cargando dos barcos con alimentos, tiendas de campaña, frazadas, ropa y medicamentos en Puerto Blair.

 

El Programa Mundial de Alimentos de la ONU ya tiene cerca de 500 toneladas de alimentos en Birmania, señaló desde Ginebra el corresponsal de la BBC, Imogen Foulkes, y la organización espera trasladar algunos equipos desde Camboya.

 

La Cruz Roja ya ha comenzado a trabajar en el país.

 

Un país golpeado

 

Birmania está gobernada por una junta militar desde 1962 que ha recibido la condena de la comunidad internacional.

 

En 1990 se celebraron elecciones democráticas, que ganó el partido de la activista Aung San Suu Kyi, pero la junta militar invalidó los resultados de los comicios.

 

A finales de 2007 los monjes budistas del país se convirtieron en el centro de multitudinarias manifestaciones, que se saldaron con unos 10.000 detenidos.

 

En un comunicado, la junta militar dijo que a pesar de la catástrofe el referendo sobre una reforma constitucional se llevará adelante el próximo sábado, ya que los birmanos "están ansiosos por votar".

 

La BBC tiene prohibido ingresar al país.

 

Las autoridades de Myanmar —la antigua Birmania, rebautizada por la Junta Militar— elevaron este lunes a 10.000 su previsión del número de fallecidos en el país asiático tras el paso del ciclón tropical ’Nargis’, según indicó el ministro birmano de Asuntos Exteriores, Nyan Win, a la comunidad diplomática y a representantes de la ONU.

 

La zona más afectada ha sido el sur, donde miles de viviendas han quedado destruidas. El Ejecutivo ha declarado el estado de emergencia en las regiones de yANGON (la antigua Rangún), Irrawaddy y Pegu y los estados Karen y Mon.

 

El ciclón, originado en el golfo de Bengala, entró en la costa suroeste de Myanmar el viernes por la noche y avanzó hacia el este durante el sábado.

 

Los fuertes vientos, de 190 a 240 kilómetros por hora, causaron el corte del suministro de electricidad y teléfono en todas las poblaciones del delta del río Irrawaddy, según informó la televisión estatal birmana.

 

"Zona de guerra" fue la descripción de un diplomático de la destrucción provocada por el ciclón en Rangún. "Hay árboles tirados en todas las calles, postes eléctricos caídos. Hospitales devastados. Falta el agua limpia", dijo a Reuters.

 

Muchos techos han sido arrancados por el vendaval, incluso aquellos que pertenecían a edificios resistentes. "Nunca he visto algo así", dijo un trabajador retirado del Gobierno. "Me recuerda cuando el huracán Katrina azotó a EEUU", agregó.

 

El ciclón también podría causar problemas en el suministro de alimentos a otros países. Según ha advertido Paul Risley, portavoz del Programa Mundial de Alimentos (PMA) —un organismo dependiente de Naciones Unidas—, las inundaciones registradas en las dos principales áreas de cultivo de arroz de Myanmar tienen "efectos potencialmente graves" sobre los compromisos del país de abastecer con decenas de miles de toneladas de arroz a Sri Lanka y a la vecina Bangladesh.

 

A una semana de votar la Constitución

La catástrofe natural se ha producido pocos días antes del referéndum del 10 de mayo en el que los birmanos votarán un nuevo texto constitucional.

 

Las autoridades, que han diseñado esta constitución sin contar con el apoyo de la oposición democrática, no han indicado si la catástrofe afectará a la celebración del plebiscito en las zonas dañadas.

 

En la vecina Tailandia, antes de que entrase el ciclón tropical ’Nargis’, el Gobierno declaró el estado de alerta en 16 provincias del norte y del oeste del país en las que se prevé pueden producirse inundaciones y corrimientos de tierra.

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