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Manuel Hernández Villeta

El electorado Norteamericano se divide en torno a la guerra de Irak..Será un tema candente en el proceso electoral

 En esta foto de archivo del 30 de enero del 2007, los senadores John McCain (der) y Barack Obama se saludan en el Capitolio en WashingtonEl virtual candidato presidencial republicano John McCain, izquierda, acompañado del gobernador de California Arnold Schwarzenegger, participa en una reunión de campaña sobre medio ambiente, el martes 24 de junio del 2008, en Santa Bárbara, California. LM Otero / Foto AP

La posición de John McCain sobre la guerra es inequívoca: votó a su favor, apoya el actual refuerzo militar estadounidense en Irak y se opone enérgicamente a fijar fechas para el retiro de los soldados.

La posición pública sobre la guerra es por el contrario equívoca: una fuerte mayoría de estadounidenses se opone a ella y cree que fue un error, por empezar, pero son más los que consideran al republicano McCain más capacitado para manejar la situación que su rival demócrata Barack Obama.

El conflictuado votante probablemente se verá influido tanto por las posiciones políticas de McCain como por la experiencia personal del candidato republicano como ex piloto de la armada que pasó más de cinco años en una prisión norvietnamita.

Para McCain hay una complicación. No todos los votantes que lo consideran más firme en el manejo de Irak dicen que votarán por él para presidente.

Al contrario que en la puja presidencial del 2004, la campaña actual no se está configurando en torno a la seguridad nacional. Ni la guerra ni el terrorismo están ahora en primer plano en la mentalidad del público. La economía y los precios de los combustibles son las cuestiones más acuciantes. Y en este terreno, Obama lleva ventaja.

De todos modos, esta posición de disgusto por la guerra y simpatía por el guerrero repercute en el electorado estadounidense. En una nueva encuesta de Associated Press-Yahoo News, más del 20% de los encuestados que dijo oponerse a la guerra afirmó también que apoyaba a McCain como presidente. Ese sentir no discrimina por sexo ni por edad. Y significativamente divide los votos de los independientes en favor de McCain.

Los consultados dijeron que McCain haría un mejor trabajo sobre Irak que Obama por un margen de 39%-33%. A esa respuesta subyace el sentir de que McCain sería mejor líder de los militares que Obama. Uno de cada tres consultados dijo que esa descripción calzaba "muy bien" a McCain, mientras que sólo uno de cada diez dijo lo mismo de Obama, que no se desempeñó en las fuerzas armadas.

Las conclusiones sobre Irak rastrean la ventaja de McCain en la cuestión del terrorismo. De los encuestados, más del doble cree que McCain puede manejar mejor esa situación que Obama. En ese sentido, McCain emerge claramente como un candidato de la seguridad nacional, un papel convencional para un republicano.

Las opiniones públicas sobre Irak son particularmente notables porque muchos votantes parecen separar el apoyo de McCain a la guerra de su impresión como líder militar. Lo que es más, insinúan una potencial vulnerabilidad de Obama.

Sólo el 6% de quienes dicen que votarán por Obama creen que McCain haría un mejor trabajo en la cuestión de Irak. Pero entre los partidarios "débiles" de Obama, esa cifra aumenta al 15%. Y entre los votantes indecisos, McCain es preferido 25%-15% sobre Obama en la cuestión de Irak.

Advertidos de que la seguridad nacional es uno de los puntos más fuertes de McCain, los demócratas y sus aliados han tratado de representar su posición sobre Irak como una mera continuidad de la política del presidente George W. Bush. Se han aferrado a los comentarios de McCain de este año cuando conjeturó que los soldados estadounidenses podrían permanecer cien años en Irak. Aunque se refería a una presencia de soldados en papel no combatiente afín a la de Corea del Sur, se ha usado esa declaración en su contra en comerciales de televisión.

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