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Manuel Hernández Villeta

Los gigantes económicos son sacudidos por la crisis mundial

Oficinas de Fannie Mae en Washington, Getty Images Japoneses observan comportamiento de acciones en Tokio

Varios clientes hacen fila ante un comercio de telefonía celular en la ciudad australiana de Sydney el jueves. 10 de julio del 2008, para adquirir el nuevo modelo 3G iPhone de Apple, que será puesto a la venta el viernes. Rick Rycroft / Foto AP  

Las acciones de dos de los mayores proveedores en el mercado de financiación de vivienda en Estados Unidos, Fannie Mae y Freddy Mac, perdieron casi la mitad de su valor en la bolsa de Nueva York, avivando temores por su futuro financiero.

 

Los inversionistas están preocupados de que el gobierno estadounidense se pueda ver forzado a intervenir y a asumir el control directo de las empresas, que han sufrido enormes pérdidas en la crisis hipotecaria o "subprime", y la crisis financiera global.

 

Pero el Tesoro de ese país aclaró que apoyará a las empresas "en su estado actual", sugiriendo que una intervención federal no está siendo considerada.

 

Según el analista económico de la BBC, Mark Gregory, estas dos empresas proveen la financiación que apuntala la mitad de los créditos de vivienda en Estados Unidos y juegan un papel fundamental en el sector hipotecario del país.

 

Valor

 

Las empresas deben responder financieramente cuando las personas que tienen una hipoteca no logran pagar las cuotas.

 

Los titulares de los préstamos estarían protegidos en una clase de rescate como éste, pero los inversionistas probablemente verían aniquilado el valor de sus acciones.

 

  Nuestra preocupación principal es apoyar a Fannie Mae y Freddie Mac en su estado actual, en momentos en que desarrollan una misión importante

 

Henry Paulson, secretario del Tesoro

 

La venta de acciones de este viernes es una anticipación a ese evento.

 

Pero en una decisión destinada a tranquilizar los mercados, el secretario del Tesoro, Hank Paulson, dijo que cualquier reorganización mantendría en su estado actual a Freddie Mac y Fannie Mae.

 

"Nuestra preocupación principal es apoyar a Fannie Mae y Freddie Mac en su estado actual, en momentos en que desarrollan una misión importante", dijo Paulson.

 

Incluso el presidente, George W. Bush, intentó calmar las preocupaciones diciendo que tanto Paulson como el titular de la Reserva Federal, Ben Bernanke, "trabajarán con dedicación en este tema".

 

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La economía más grande del mundo, conocida como la locomotora del crecimiento mundial está en graves problemas. Todos coinciden en que las autoridades estadounidenses no pueden quedarse de brazos cruzados, pero ahí termina el consenso. La gran pregunta es ¿qué pueden hacer?

 

 

Miles de casas abandonadas en varias partes del país.

 

La primera medida que tomó la Reserva Federal, el banco central de EE.UU. -o la Fed, como también se le conoce- fue bajar drásticamente sus tasas de interés. A partir del 18 de septiembre la Fed bajó del 5,25 % al 2,25%.

 

El objetivo fue darle más liquidez a un mercado casi seco donde nadie quiere prestar dinero, sino cobrar sus créditos.

 

"Dar liquidez es una manera de evitar el colapso del sistema financiero y eso hay que aplaudirlo", señaló a BBC Mundo, Rafael Pampillon, profesor de Economía del Instituto de Empresa de Madrid.

 

El problema, señalan los expertos, es que el bajar tasas tiene una contrapartida y no puede utilizarse como una varita mágica que soluciona todos los problemas.

 

La inflación, en momentos cuando la gasolina está por las nubes, es como un virus latente que puede explotar en cualquier momento.

 

"Hasta ahora el gobierno está haciendo lo posible por amortiguar el golpe. Pero hay riesgos. Quizás el mayor sea la inflación, sobre todo alzas en los energéticos y en los alimentos, porque eso puede hacer cambiar la postura de la Reserva Federal y obligarlo a subir la tasa de interés, lo cual prolongaría y profundizaría el receso", explicó a BBC el economista Isaac Cohen, consultor en Washington.

 

Evitar el colapso

 

Por ahora, sin embargo, la misión de la Fed es evitar que el sistema financiero caiga y por eso ha estado dispuesto a inyectar fondos, juntos con otros bancos centrales.

 

En una medida extrema, la Reserva Federal incluso otorgó US$30 mil millones para que JP Morgan comprará el banco de inversiones Bear Stearns y así evitar un desastre mayor.

 

Según los analistas del mercado estás medidas están funcionando, por lo menos a corto plazo. Pero, ¿qué se puede hacer para evitar los mismos errores?

 

El secretario del Tesoro, Henry Paulson, pareció escuchar la pregunta porque esta semana anunció una serie de medidas para reestructurar el sistema y darle más poderes de control a la Fed. Si se implementan estas medidas, el Banco Central podrá reglamentar a instituciones que antes no podía.

 

 

Paulson dijo que no existe relación entre la reforma y la actual crisis financiera en EE.UU.

"La Reserva Federal tendrá la autoridad para acceder a todo el sistema donde considere necesario", explicó el funcionario.

 

Paulson, sin embargo, admitió que primero tendrá que pasar la tormenta antes de poder concretar las medidas.

 

El efecto dominó

 

Pero mientras el gobierno lucha para controlar la tormenta financiera, el fantasma de la recesión está presente en los últimos datos macroeconómicos.

 

En el cuarto trimestre de 2007 la economía de EE.UU. creció a un ritmo anual del 0,6%, en contraste con un ritmo del 4,9% en el trimestre anterior.

 

En todo 2007 la economía creció un 2,2%, después de un incremento del 2,9% el año anterior.

 

Oficialmente, habría que cumplirse el ciclo de dos trimestres consecutivos con crecimiento negativo del Producto Interno Bruto (PIB), pero la desaceleración de la economía es evidente.

 

 

"!No tomes creditos subprime!", advierte este anuncio.

 

"Casi todas las cifras indican que la economía de Estados Unidos está cayendo en recesión. Ya hubo pérdida de 22.000 empleos en enero y 63.000 en febrero. La esperanza, sin embargo, es que la recesión sea breve y que sea leve. Las últimas dos recesiones en Estados Unidos (1990 y 2001) duraron un promedio de ocho meses", enfatizó Cohen.

 

Para los afectados, el presidente George W. Bush ha sido lento en reaccionar. Tras meses y meses de decir que el río volvería a su cauce tarde o temprano, sin que el gobierno se inmiscuyera, se vio obligado a actuar a principios de año con un paquete de estímulo económico de US$167 mil millones.

 

Los efectos, advirtieron los consejeros de la Casa Blanca, comenzarán a sentirse este trimestre. La pregunta inevitable, sin embargo, es: ¿será suficiente?

 

Algunos expertos son más pesimistas que otros, aunque la mayoría admite que la caída de la economía estadounidense afectará a los demás países.

 

"Hay algunos que defienden la teoría del 'decoupling', diciendo que la recesión estadounidense no afectará a economías emergentes como China o la India. Yo, sin embargo, soy más partidario del efecto dominó. Si EE.UU. deja de ser consumidor, las demás naciones lo van a sentir", señaló Rafael Pampillon, profesor de Economía del Instituto de Empresa de Madrid.

 

El ex presidente de la Reserva Federal Alan Greenspan, también cree en la teoría dominó y ha advertido desde hace meses que habrá un contagio en la economía mundial.

 

"Una economía estadounidense debilitada, especialmente en los mercados de consumo, tiene capacidad para impactar sobre nuestro socios comerciales", afirmó Greenspan recientemente.

 

Algunos más que otros

 

 

Al ritmo de los mercados, la confiaza sube y baja

Algunos países sufrirán más que otros y en Europa los gobiernos ya han comenzado a hacer revisiones en las predicciones de crecimiento. América Latina, en comparación, saldría bien parada según la CEPAL - Comisión Económica para América Latina y el Caribe.

 

"Estamos pensando en una recesión suave (en Estados Unidos), creemos que va a haber una desaceleración en Europa y también algún impacto en China. En ese contexto (...) estamos previendo que va a haber un impacto en la región, pero relativamente menor", dijo en un foro esta semana José Luís Machinea, presidente de la CEPAL.

 

El funcionario, sin embargo, no especificó el efecto en cada país. Pampillon, por ejemplo, destacó que México exporta el 85% de sus productos a EE.UU.

 

"La recesión golpeará duramente a México, mientras que Argentina o Brasil lo van a sentir mucho menos", sentenció el experto.

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