Hugo Chávez y el Rey de España se dan el abrazo de la paz

 

El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, hizo gala de buen humor para dar por superado durante su visita a España el enfriamiento de las relaciones diplomáticas entre los dos países y, además, anunció que contará con las empresas españolas para la explotación de la franja petrolífera del Orinoco.  Después de entrevistarse brevemente con su homólogo José Luis Rodríguez Zapatero, ambos mandatarios comparecieron en los jardines del Palacio presidencial de la Moncloa bajo un sol de justicia para escenificar la apertura de esta nueva etapa de cooperación entre España y Venezuela. "Estamos muy satisfechos con este reencuentro. Esperamos que nuestras relaciones caminen por la senda del trabajo por lo que nos une", dijo Zapatero ante la prensa.

Los dos presidentes abordaron en su encuentro la crisis energética y alimentaria mundial y, también, la polémica directiva de retorno de inmigrantes aprobada por la Unión Europea.

El petróleo volvió a ocupar gran parte de la agenda. Chávez insistió en que el precio del barril debería estabilizarse en los 100 dólares y dejó la puerta a abierta que la petrolera española Repsol explote hasta dos campos de los yacimientos del Orínoco.

"Nosotros necesitamos inversión y ayuda y España puede garantizarse petróleo para siempre", manifestó.

Además, Chávez pasó de puntillas sobre la ley europea para la deportación de extranjeros irregulares. Aunque el presidente venezolano se ha mostrado habitualmente muy crítico con esta norma, en esta ocasión no quiso generar polémica y se limitó a asegurar que propondrá la creación de una mesa de trabajo para que Europa pueda explicar a América Latina el contenido de esta directiva y la retención de hasta 18 meses para indocumentados que prevé.

El incidente que vivió con el rey hace ocho meses en Chile tampoco se quedó en el tintero y provocó los momentos más distendidos de la rueda de prensa.

Antes de viajar a Madrid, Chávez hizo escala a primera hora del viernes en la isla Mediterránea de Mallorca para reencontrarse con Juan Carlos en su residencia habitual de verano. Era la primera vez que se veían las caras desde que el monarca español espetó a Chávez el ya célebre "por qué no te callas" durante la Cumbre Iberoamericana de Chile, en noviembre de 2007.

La escena dio la vuelta al mundo, lideró durante semanas la clasificación de vídeos descargados por internet y abrió un periodo de tensión diplomática entre Venezuela y España, en el que Chávez amenazó incluso con congelar relaciones.

"Creo que don Juan Carlos me debe un dinero, al menos la mitad por la comercialización de la frase", bromeó Chávez. "Causamos furor y creo es una anécdota para reírnos toda la vida", señaló el presidente venezolano para dar carpetazo definitivo al caso.

Después de la comparecencia, los dos presidentes mantuvieron un almuerzo de trabajo y está previsto que Chávez regrese esta misma tarde a Caracas.

Con esta última escala en España, Chávez cierra una gira europea que le ha llevado a Rusia, Bielorrusia y Portugal, donde suscribió diversos acuerdos de cooperación económica y militar.

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