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Manuel Hernández Villeta

Mientras sigue la pelea con Barak Obama, Hillary Clinton habla de moda, y John MacCain es el virtual candidato republicano

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La candidata demócrata Hillary Clinton se ríe de sí misma y de su pésimo gusto por la moda en una entrevista publicada en el último número de la revista estadounidense US Weekly, que  ha llegado a los kioscos. En la entrevista, aderezada con media decena de fotografías antiguas, la senadora de Nueva York repasa con grandes dosis de humor su estilo de los últimos años, desde su etapa en la universidad hasta los años de mandato de su marido Bill Clinton, como presidente de los Estados Unidos. 

La primera instantánea recoge a una joven Clinton, con una larga y lacia melena, en el interior de la facultad de Wellesley (Massachusetts), vestida con camisa blanca y unos pantalones de rallas imposibles de combinar. 

"No es mi culpa, eran los años sesenta", apunta la ex primera dama, que con estas declaraciones muestra una imagen más próxima y desenfadada a la que normalmente proyecta en sus debates y en los medios de comunicación. 

Respecto a su vestido de novia, Clinton bromea que sirvió de inspiración al humorista Jerry Seinfeld, quien en un capítulo de su serie de televisión vistió una camisa ridícula, con volantes en la pechera y en las mangas, similar al traje nupcial de Hillary. 

La senadora también comenta una fotografía del desfile inaugural de su marido como presidente de los EE.UU. en 1993 en la ciudad de Washington D.C. 

"Nunca olvidaré ese día....o ese conjunto", apunta Clinton en referencia a una falda de tubo de cuadros rojos que acompaña a una chaqueta que remata con un sombrero de copa de color azul marino. 

En una imagen de 2000, la candidata demócrata aparece con un abrigo tupido, de estampado floral multicolor y hasta las rodillas, que lo cataloga como "alfombra". 

"Soy una gran creyente del reciclaje, reciclo todo, hasta las alfombras", apunta.  Hace apenas unas semanas, Hillary Clinton despertó la ira de la prestigiosa editora de la revista Vogue, Anna Wintour, al renunciar a aparecer en la portada de la edición estadounidense por miedo a la imagen que pudiera proyectar durante la campaña electoral. 

La directora respondió molesta con un editorial en el que aseguraba que aparecer en la prestigiosa revista no le hubiera perjudicado, y donde le recomendaba una serie de conjuntos de ropa para lucir en la campaña un mayor estilo. 

Su principal contrincante, Barack Obama, sí accedió a aparecer en la portada de la edición masculina de Vogue, aunque fue en 2006, cuando se postulaba para el Senado, antes de lanzar su carrera presidencial.  

Los demócratas han llegado a un acuerdo y han decidido pactar dos debates más entre Hillary Clinton y Barack Obama, que tendrán lugar antes del 4 de marzo, según han señalado fuentes oficiales de la cmapaña de Obama. 

Uno de los debates tendrá lugar el 26 de febrero en Cleveland, Ohio. Y el otro se celebrará posiblemente en Texas, pero la fecha de este segundo asalto aún está por determinar. 

Clinton es partidaria de realizar al menos cinco debates en estas fechas, pero Obama es reticente y prefiere emplear el tiempo en su campaña electoral, recabando votos entre los votantes, ya que normalmente los candidatos han de coger tiempo de sus horarios de camapaña electoral para prepararse los debates. 

Clinton confía en el voto latino de Texas 

La campaña de la aspirante demócrata a la presidencia estadounidense, Hillary Clinton, confía en que los votos de los hispanos de Texas (EEUU) le ayuden a desmarcarse de su rival Barack Obama, tras el gran apoyo de votantes latinos en las primarias del 'supermartes'. 

El estado sureño de Texas, el segundo más grande de los Estados Unidos y que cuenta con una población latina del 36%, celebra el próximo 4 de marzo las elecciones primarias. 

Por primera vez en dos décadas las primarias en este estado desempeñarán un papel determinante en el camino demócrata hacia la Casa Blanca, y especialmente en el desempate de delegados que actualmente registran Obama y Clinton. 

Maria Echaveste, asesora de la campaña de la senadora de Nueva York, manifestó que para conseguir la atención del voto latino seguirán la misma estrategia empleada hasta ahora, pero también centrarán más su mensaje hacia esta comunidad. 

Por su parte, el senador de Nueva Jersey, Robert Menéndez, que hizo público su apoyo a la candidatura de Clinton en junio de 2007, apuntó que, después de las primarias del pasado martes, lo que le ha quedado muy claro es que "el voto latino no será nunca más un gigante dormido", y que tendrá un gran peso en las elecciones presidenciales del próximo 4 de noviembre. 

"No es sólo relevante la importancia que los votos de esta comunidad están tomando -anotó-, sino también el hecho que mayoritariamente los latinos están detrás de Hillary". 

El voto latino a favor de Clinton en Nueva York fue de un 64%, en Nueva Jersey del 88% y en California el 30% de los votantes demócratas fueron latinos. Según sondeos de la cadena CNN, la ex primera dama se llevó el 65% del voto latino de California y el 53% de Arizona. 

Después de las favorables cifras alcanzadas, Menéndez espera que "se produzcan los mismos resultados en Texas", estado que, además de albergar a una gran población latina, mantiene una especial relación con la senadora de Nueva York.

 

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