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Manuel Hernández Villeta

Mientras sigue la tormenta de los esteroides, comienza el trabajo en los campos de entrenamiento del béisbol-....Las mejores fotos de las primeras jornadas

 

 

 

 

 

 

Aún cuando habrá competencia por turnos, el tener un superávit de candidatos para ser designado deja a los Yankees en una posición privilegiada. Si Johnny Damon juega en el jardín izquierdo y funge como primer bate en el primer partido de los Yankees el 31 de marzo, eso dejaría a Jason Giambi o Hideki Matsui como parte del panorama como bateador designado.    En el papel, no hay una respuesta clara, pero al menos durante la primavera, lo principal tanto para Giambi como para Matsui será recuperarse luego de un 2007 plagado de lesiones.  

Algunos creen que el salario de US$21 millones de Giambi pesará demasiado como para tenerlo en la banca. Uno de los primeros dilemas del manager Joe Girardi será saber cómo darle suficientes turnos a Giambi.  

El año pasado Giambi bateó .236 con 14 jonrones y 39 empujadas en 83 juegos, perdiendo dos meses por lesión.  

Cuando regresó, fue poco más que un suplente, ya que Matsui había ocupado el puesto de designado y Damon se había establecido como jardinero izquierdo.  

Aún limitado por molestias en la rodilla derecha, Matsui tuvo una campaña productiva, como de costumbre, con .285, 25 cuadrangulares, 103 empujadas y 109 anotadas en 143 encuentros.  

Girardi podría encontrar una solución si decide sacrificar defensa en la primera base, donde Giambi se encuentra entre varios que pretenden ver acción. También estarán el dominicano Wilson Betemit, Shelley Duncan, Morgan Ensberg, Juan Miranda y Jason Lane.  

Betemit, de 26 años de edad, llegó desde los Dodgers en medio del 2007, y enseñó versatilidad suficiente como para iniciar partidos en cada una de las cuatro posiciones del infield.  

Molina, de 32 años de edad, se vio tan bien como sustituto del receptor titular Jorge Posada que los Yankees le dieron una extensión de dos años y US$4 millones.

 

 

 

  

 

 

 

 Por ocho décadas y media, los Medias Rojas sólo soñaban con ganar un título de Serie Mundial. Ahora, saben como se siente ser campeones.

 El jueves, comenzó la búsqueda por otro campeonato en Fort Myers, Flo., donde se reportaron los lanzadores y receptores del equipo que dominó en la Serie Mundial del 2008. Llegaron con la esperanza de que en ocho meses, tendrán su tercer título en cinco años.  

¿Son los Medias Rojas el equipo a vencer?  "Creo que sí", dijo el cerrador de Boston, Jonathan Papelbon. "Si no somos el equipo a vencer, me gustaría saber quienes son. Creo que, como dije anteriormente, lo principal es mantenernos saludables. Si logramos eso, no se en verdad quien podrá competir con nosotros."  

La última imagen de los Medias Rojas que guardan la mayoría de los residentes de Nueva Inglaterra es de una celebración jubilosa al concluir el Juego 4 en Colorado, la cual selló con broche de oro el segundo título de Serie Mundial de Boston en espacio de cuatro años.  

"En verdad no lo pensé mucho hasta que estuve en camino aquí y pensé en lo que significa ser un campeón de Serie Mundial - obviamente es algo que siempre recuerdas", dijo Papelbon. "Ahora intento ser recordado como una persona que pudo repetirlo". Faltan meses para los juegos verdaderamente importantes. Pero la lucha por la gloria ha comenzado oficialmente en el complejo de Ligas Menores del equipo.  

Varios jugadores de los Medias Rojas salieron al terreno el primer día, aunque la primera práctica oficial para los lanzadores y catchers no es hasta el sábado.  

El as Josh Beckett hizo 46 lanzamientos en una sesión de práctica; Daisuke Matszaka hizo 52. Los relevistas Manny Delcarmen, Craig Hansen, Javier López y David Aardsma también hicieron algunos lanzamientos.  

El inicialista Kevin Youkilis -el primero de los nueve titulares que llegó a los Entrenamientos - participó en prácticas en el terreno.  

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