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Manuel Hernández Villeta

Colombia, Ecuador y Venezuela se enfrentan en la Cumbre de Santo Domingo

Rafael Correa llama a Álvaro Uribe  

La cumbre del Grupo de Río se ha convertido hoy en el escenario donde se tratará de rebajar las tensiones disparadas en Suramérica entre tres socios andinos: Colombia, Ecuador y Venezuela.

  El presidente de Ecuador, Rafael Correa, ha puesto primero el tema sobre la mesa hoy en Santo Domingo y luego de solicitar una condena explícita contra Colombia, ha pedido a los países miembros del Grupo de Río que actúen rápidamente porque la región “vive un momento excepcional de gravísimas consecuencias".

  En tanto, su homólogo colombiano, Álvaro Uribe, tras afirmar a su llegada que el problema no es con Ecuador sino “exclusivamente con el terrorismo de las FARC”, ha reconocido que no avisó con tiempo de la operación porque “habría fracasado”. 

 El Grupo de Río es un foro para el entendimiento político,cuya XX cumbre celebrada en Santo Domingo tenía en la agenda discusiones sobre energía, desarrollo regional y desastres naturales. Pero la de hoy promete ser una sesión larga y conflictiva, centrada en el conflicto triangular al que se ha sumado Nicaragua, que rompió también ayer sus lazos diplomáticos con Bogotá.

  El Gobierno de Uribe, a pesar de haber reconocido ante la Organización de Estados Americanos (OEA) que violó la soberanía ecuatoriana en el operativo militar contra las FARC el fin de semana pasado, justifica la acción donde murió el número dos del grupo guerrillero, Raúl Reyes, porque era “contra uno de los más tenebrosos terroristas de la historia de la humanidad", ha dicho el presidente en el foro.

La sesión ha comenzado con dos horas de retraso por las reuniones previas del presidente anfitrión, el dominicano Leonel Fernández, con su homólogo venezolano Hugo Chávez y el nicaragüense, Daniel Ortega, en busca de un consenso en la declaración sobre el conflicto andino.Un preámbulo turbulento

Las declaraciones previas tampoco han invitado a que el contencioso quede saldado en la cumbre: por un lado, Correa ha llamado en Panamá "mentiroso e insolente" a Uribe, mientras que éste ha descartado reunirse a solas con Correa y Chávez.

Antes de comenzar la cumbre, Correa dijo que espera que ésta aporte "satisfacciones a Ecuador por la agresión de Colombia y la violación a su soberanía" y agregó que espera que "se siente un precedente para nunca más permitir que un país se crea con el derecho divino deperseguir lo que ellos creen son terroristas por todos lados y que permite agredir a un país hermano".

Correa ha viajado estos días a distintos países suramericanos para recabar apoyos en el contencioso. América Latina "tiene que parar a ese hombre (Uribe). Tiene que arrancar ese precedente de raíz, si no, nos podemos convertir en otra de las regiones destrozadas por esta clase de abuso en el mundo", ha dicho, en referencia a la violación de su territorio por parte de los militares colombianos que mataron a Reyes y a otros 20 compañeros.

 "Latinoamérica no puede convertirse en otro Oriente Medio como lo desea el presidente Uribe". Además, ha pedido que Bogotá deje de acusar a su Gobierno de apoyar a las FARC, diciendo que los guerrilleros se encontraban en su territorio debido a sus esfuerzos por liberar a los rehenes de la guerrilla.

Por su parte, Chávez ha abogado por la paz, pero ha vuelto a pedir el reconocimiento de las FARC como movimiento político. "Que entreguen las armas, que formen un partido político, pero que no les maten", ha dicho a su llegada a Santo Domingo. A la guerrilla ha pedido que "humanice la guerra, que no utilice el secuestro como un arma de guerra".

Como en un tablero de ajedrez

En la mesa de la reunión, los organizadores han movido las piezas como en una partida de ajedrez. Uribe y Chávez se sentaron separados por los representantes de Haití y de El Salvador. El mandatario colombiano ocupó un asiento en uno de los laterales de la sala, flanqueado por los ministros de Exteriores colombiano, Fernando Araujo, y boliviano, David Choquehuanca.

Entre Uribe y Chávez se situaron el presidente salvadoreño, Elías Antonio Saca, y el ministro de Exteriores de Haití, Renald Clerismé.

Los otros dos presidentes implicados en el conflicto regional con Colombia, Correa y el nicaragüense Ortega, ocuparon lugar aparte-

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