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Manuel Hernández Villeta

John McCain tiene que vencer todavía a la derecha extrema y los conservadores de su partido...

El cabo Michael Montimayer, de Chicago, Illinois, asegura el área mientras niños iraquíes caminan hacia su escuela en Salman Pak, a 45 kilómetros al sur de Bagdad. PETROS GIANNAKOURIS / AP  

Los legisladores republicanos mantienen su línea dura con respecto a la inmigración ilegal, aunque eso podría afectar el esfuerzo de John McCain por captar el voto latino en noviembre. Desde que McCain obtuvo la nominación presidencial este mes, los senadores republicanos conservadores han introducido una serie de medidas severas contra la inmigración ilegal. En la Cámara de Representantes, la línea dura está tratando de forzar un voto sobre un proyecto de ley para hacer valer las normas, con el respaldo de algunos demócratas conservadores. McCain se mostrado en contra de la mayoría de las posturas más rígidas en cuanto a las leyes contra la inmigración ilegal. Pero fue un mediador importante en un amplio proyecto bipartidista que derrotaron el año pasado los conservadores populistas, que lo consideraron una especie de amnistía. Debido a eso, McCain es bien mirado por muchos latinos, la minoría de mayor y más rápido crecimiento, que representa un bloque de votación importante. Recientemente el senador por Arizona moderó su retórica al respaldar la posición de que se garantice la seguridad en las fronteras antes de enfocar algún cambio extenso en las leyes de inmigración. Al mismo tiempo, en su ruta de campaña, cuando lo interrogan sobre los ''extranjeros ilegales'' McCain siempre contesta diciéndoles ''inmigrantes ilegales'', alegando que difiere por razones de respeto. En un debate, mencionó el gran número de nombres latinos que hay en el Veterans Memorial de Washington. McCain es ''muy querido y respetado en la comunidad latina'', indicó Cecilia Muñoz, vicepresidenta del Concilio Nacional de La Raza, una agrupación que protege los intereses latinos. Pero ese respeto y ese amor podrían ponerse a prueba. ''El puede verse perjudicado por todo lo demás que está pasando en el Partido Republicano'', señala Muñoz. ``En la comunidad, la afiliación republicana se ha empañado bastante en tiempos recientes. No está claro si McCain puede solucionar eso él solo''. Los republicanos del Congreso dicen que están haciendo simplemente lo que quiere el pueblo de Estados Unidos: tratando de resolver un problema difícil. ''Aquí no hay nada que sea un intento de abochornarlo'', expresó refiriéndose a McCain el senador Jeff Sessions (republicano por Alabama), cuando introdujo sus medidas estrictas. ''No entiendo cómo un proyecto bipartidista de ley fronteriza en la Cámara va a tener impacto en la campaña presidencial'', indica Michael Steele, un portavoz del líder minoritario John Boehner, republicano por Ohio. Según los expertos, los recientes esfuerzos del Congreso relacionados con inmigración probablemente reforzarán la percepción de los latinos de que la mayoría de los republicanos no está a favor de ellos. Más aún, cuando los republicanos que aspiran a cargos inferiores a la presidencia recalquen posturas firmes contra la inmigración ilegal en el otoño, eso probablemente también ayude a la alienación de los votantes latinos del Partido Republicano. ''Estamos esperando una atmósfera difícil para el año de elecciones, y eso le va a dificultar mucho al senador McCain distinguirse de su partido'', dice Tom Snyder, director político nacional de Unite Here!, un sindicato que tiene muchos inmigrantes entre sus miembros. El grupo respaldó a Barack Obama en las primarias demócratas. Steve Schmidt, un estratega de McCain, disputó eso, aunque admitió que los esfuerzos en el Congreso no iban a ayudar a los republicanos con el voto latino. 

Los hispanos son importantes, especialmente en una batalla reñida.

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