Sufre Nicolas Sarkozy un revés en la segunda vuelta de las elecciones municipales francesas
La publicidad sobre la vida privada del presidente francés no ha gustado a muchos votantes.
El partido del presidente francés Nicolas Sarkozy, el derechista Unión por un Movimiento Popular (UMP), sufrió un revés en la segunda vuelta de las elecciones municipales. Con la mayoría de los votos contados, el Partido Socialista (PS) se ha hecho con las alcaldías de importantes ciudades como Toulouse, Estrasburgo, Amiens y Riems donde gobernaba la derecha, y mantiene el poder en París y Lión. El UMP logró resistir el avance de la izquierda en Marsella. Según la corresponsal de la BBC en la capital francesa, Emma-Jane Kirby, los votantes han aprovechado estas elecciones para mostrar su descontento con la gestión de Sarkozy, quien accedió a la presidencia de Francia en mayo de 2007. Analistas indican que, con estos resultados, al mandatario francés le resultará muy difícil sacar adelante su programa de reformas. Política doméstica En la primera vuelta de estos comicios, celebrada el pasado 9 de marzo, los socialistas ganaron con el 47,5% de los votos frente al 44,4% del UMP. La publicidad sobre la vida privada del presidente francés no ha gustado a muchos votantes. Sarkozy ha visto como su popularidad ha caído en picado en los últimos meses, debido en parte a que muchos franceses consideran que el mandatario no ha cumplido con alguna de sus promesas electorales, como el aumento del poder adquisitivo de sus conciudadanos. Además, aunque el desempleo se ha reducido a su nivel más bajo de las últimas dos décadas, situándose en el 7,5%, los analistas advierten que la economía francesa sigue creciendo a un ritmo imperceptible. Otro de los factores que ha influido en la caída de la popularidad de Sarkozy ha sido la publicidad que se le ha dado en los últimos meses a aspectos de su vida privada, como el divorcio de su esposa Cecilia y la posterior boda con la cantante Carla Bruni. Según algunos corresponsales, ello, sumado a las vacaciones con conocidos millonarios o con el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, ha acabado por provocar el desencanto de muchos de los votantes. El índice de popularidad de Sarkozy llegó al 67% en julio de 2007, aunque actualmente tan sólo uno de cada cuatro franceses aprueba su gestión. En cualquier caso, según nuestra corresponsal en París, la derrota de este domingo no resulta tan grave, ya que en el cómputo global los socialistas habrían ganado por un estrecho margen. El primer ministro francés, Francois Fillon, restó importancia a los resultados de los comicios y advirtió que los franceses deberán ser pacientes antes de que se puedan percibir los beneficios de la reformas previstas por Sarkozy. Pero el ex primer ministro socialista, Laurent Fabius, dijo que el gobierno se "divorciará" del electorado si se niega a cambiar sus políticas. 
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