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Manuel Hernández Villeta

El Presidente de EEUU George W. Bush desciende en sus marcas de popularidad

Bush saluda desde el avión presidencial a su llegada al aeropuerto de Waco, Texas. (Foto: AP)

 

 El presidente de EEUU, George W. Bush, continúa superándose a sí mismo y ha batido un nuevo récord de popularidad. Sin embargo, no debería sentirse demasiado orgulloso, pues se trata de una plusmarca de popularidad negativa. Según una encuesta de Gallup, nada más que un 28% de los estadounidenses aprueba su gestión, un porcentaje que sólo ha sido inferior en toda la historia en el caso de otros dos presidentes, Harry Truman y Richard Nixon, tras el escándalo del Watergate. Truman es el que ostenta el récord con un 23%, registrado durante la guerra de Corea, en 1952.

Si desglosamos las respuestas en función de la identificación partidista, Bush consigue un apoyo mayoritario entre los republicanos, un 60%, pero que constituye también el menor de su presidencia. Entre independientes y demócratas, su respaldo es insignificante, con un 17% y un 7% respectivamente.

Los analistas atribuyen este nuevo deterioro de la imagen de Bush a su gestión económica en un momento en el que el país se encuentra al borde de la recesión. Al ser preguntados por este asunto, sólo un 27% de los ciudadanos se mostró satisfecho, lo que significa una caída de cuatro puntos respecto al mes pasado. Por lo que respecta a los republicanos, sólo un 54% aprobó al presidente en este ámbito.

Sin embargo, la encuesta no debería ser recibida con gran jolgorio por parte de los demócratas, pues, si bien a los encuestados no se les pidió una valoración directa sobre ésta, sí se puede tener una idea sobre su opinión aproximada a través de su tasa de aprobación del Congreso, que está en manos de la oposición desde principios de 2007. La cifra se sitúa sólo en el 23%, un punto por encima de su peor marca.

 

Recta final en la Casa Blanca

El pesimismo de los estadounidenses se plasma también al preguntarles si creen que el país va "por el buen camino". Tan sólo un 24% responde afirmativamente, lo que contrasta con el carácter optimista tradicionalmente asociado a su mentalidad.

A Bush le quedan apenas ocho meses de presidencia para intentar cambiar la tendencia expresada en las encuestas. No obstante, ante la previsión de la propia Reserva Federal de un mayor deterioro de la situación económica durante los próximos meses, lo más probable es que la popularidad de Bush continúe cayendo y batiendo nuevos récords.

Ahora bien, no está claro que esto afecte demasiado al presidente, que siempre ha presumido de no gobernar a golpe de encuesta. Bush parece confiar en que la aventura iraquí tenga un final feliz y que el veredicto final de la Historia le sea más favorable.

 

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