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Manuel Hernández Villeta

La guerra tibia e va calentando entre Washington y Moscú

A South Ossetian man gestures as he holds a Russian and South Ossetian flag, as he stands in a damaged building in Tskhinvali, capital of the Georgian breakaway province of South Ossetia, Wednesday, Aug. 13, 2008. Gutted and shrapnel-scarred buildings testify to fierce street battles and heavy rocket and bomb attacks in the separatist capital of South Ossetia. (AP Photo/Musa Sadulayev) Musa Sadulayev / AP  A Georgian woman cries in front of her destroyed apartment building in the city of Gori, Georgia, Wednesday, Aug. 13, 2008. An EU peace plan for Georgia and Russia struggled to take hold Wednesday, as the concept of having both sides retreat to their original positions ran into the stark reality of Russian dominance on the battlefield. By Wednesday morning, Georgia reported Russian tanks moving into its key central city of Gori outside the breakaway province of South Ossetia at the epicenter of fighting. (AP Photo/Bela Szandelszky) Bela Szandelszky / AP Russian soldiers walk in a street in Tskhinvali, in the Georgian breakaway province of South Ossetia, Wednesday, Aug. 13, 2008. Gutted and shrapnel-scarred buildings testify to fierce street battles and heavy rocket and bomb attacks in the separatist capital of South Ossetia. But there is little evidence civilians were specifically targeted by Georgian troops, as Russia claims. (AP Photo/Dmitry Lovetsky) Dmitry Lovetsky / AP

La tensión internacional aumentó el miércoles con la decisión de Rusia de mantener sus tropas en Georgia pese al cese el fuego y la situación en el terreno, marcada por saqueos cometidos por soldados rusos y sus aliados separatistas. Moscú y Washington elevaron el tono de sus críticas. El jefe de la diplomacia rusa, Serguei Lavrov, afirmó que Estados Unidos debe escoger entre su apoyo al gobierno de Georgia y la ‘‘alianza real’’ con Rusia. Pero el presidente George W. Bush exigió que Rusia retirara sus tropas de Georgia y anunció que aviones y barcos militares de Estados Unidos comenzarían a llevar ayuda humanitaria a la ex república soviética en un operativo "vigoroso y continuado’’ y que los oficiales estadounidenses esperan tener un acceso libre a los puertos y carreteras de Georgia.

"Estados Unidos está junto al gobierno democráticamente electo de Georgia e insiste en que la soberanía y la integridad territorial de esa nación sean respetadas’’, dijo Bush durante una breve aparición en la Casa Blanca con la secretaria de Estado Condoleezza Rice y el secretario de Defensa Robert Gates.

La decisión de despachar ayuda a bordo de naves militares potencialmente pone a Rusia y Estados Unidos en un curso de choque, aunque funcionarios del Pentágono aseguraron que estaban haciendo todos los esfuerzos para que los rusos estuvieran plenamente informados de todas los movimientos de Estados Unidos para evitar malentendidos.

Funcionarios federales dijeron que un equipo de análisis de 12 miembros llegó a Georgia el mircoles en un avión de transporte militar con 30 toneladas de abastecimientos y que una segunda nave llegaría este jueves.

En Washington, Rice evocó el fantasma de la Guerra Fría al denunciar las acciones rusas.

"No estamos en 1968’’, dijo en referencia a la invasión de Checoslovaquia por la Unión Soviética para aplastar al movimiento democrático de la Primavera de Praga.

No obstante, el Pentágono negó de plano que las fuerzas estadounidenses intenten asumir el control de los puertos y aeropuertos de Georgia, como sugirió el presidente georgiano Mijail Saakashvili.

Además, Estados Unidos canceló un ejercicio naval conjunto con Rusia en respuesta al conflicto con Georgia, confirmó el miércoles el Pentágono.

El portavoz del Pentágono, Bryan Whitman, dijo que los planes para el ejercicio naval RUKUS entre el 15 y el 23 de agosto en el Mar de Japón, con barcos de Francia, Gran Bretaña, Rusia y Estados Unidos "han sido descartados’’.

Mientras, Lavrov supeditó el retiro de las tropas a que las fuerzas georgianas que la semana pasada ingresaron en la zona separatista prorrusa de Osetia del Sur regresen a sus posiciones.

Blindados rusos patrullan la ciudad georgiana de Gori, la más cercana a Osetia del Sur.

Varios testigos señalaron que centenares de soldados rusos y separatistas osetios sembraban el terror en aldeas cercanas a Gori saqueando casas.

Un periodista de la AFP vio decenas de viviendas en llamas en caseríos devastados en la ruta entre Osetia del Sur y Gori.

El cuerpo de un hombre con la boca ensangrentada yacía en el poblado de Dzardzanis, no muy lejos de otro cadáver calcinado debajo de una camioneta volcada.

Human Rights Watch indicó que sus observadores en Osetia del Sur presenciaron "terribles escenas de destrucción en cuatro aldeas que estaban pobladas únicamente por habitantes de etnia georgiana’’.

Unos 60 tanques, blindados y camiones militares rusos fueron avistados en la carretera que va de Gori a la capital georgiana, con soldados encaramados que gritaban "¡Tiflis! ¡Tiflis!’’, en una aparente alusión a la capital georgiana, aunque no estaba claro qué rumbo llevaban.

Rusia negó que la columna se dirigiera a Tiflis y aseguró que estaba en Gori sólo para desactivar los arsenales georgianos.

También indicó haber derribado dos aviones automáticos sobre la capital de Osetia del Sur, Tsjinvali.

El martes Georgia y Rusia aceptaron un plan de paz presentado por la presidencia francesa de la Unión Europea (UE), que estipula que las fuerzas georgianas deben regresar "a su lugar habitual de acuartelamiento’’ y que el ejército ruso debe retirarse "a las líneas anteriores’’ al inicio del conflicto.

Rusia dijo el miércoles que el retiro georgiano de Osetia del Sur no avanzaba "activamente’’.

Según Rusia, 2.000 civiles osetios han muerto desde el inicio de la ofensiva georgiana el jueves de la semana pasada.

Rusia reconoció haber perdido 74 efectivos y Tiflis dijo que hubo 175 georgianos muertos, en su mayoría civiles.

La ONU estima que el conflicto dejó unos 100,000 desplazados.

La Unión Europea se manifestó el miércoles dispuesta a enviar tropas a Georgia para vigilar el plan de paz pero sin fijar una posición común ante Rusia.

Los líderes de cuatro países ex comunistas pertenecientes al bloque (Polonia, Lituania, Letonia y Estonia) descalificaron el plan de paz presentado por el presidente francés Nicolas Sarkozy por considerar que relega la cuestión del "respeto de la integridad territorial de Georgia’’.

Ucrania decretó por su lado nuevas restricciones a la flota rusa en el Mar Negro, con base en el puerto ucraniano de Sebastopol.

Los buques de guerra y la aviación rusa deben avisar a partir de ahora con "al menos 72 horas’’ a los militares ucranianos para obtener su autorización de zarpar.

El gobierno ruso denunció la decisión calificándola de "grave medida antirrusa’’.

Ucrania y Georgia son candidatos a integrar la OTAN, a lo que Rusia se opone firmemente

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