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Manuel Hernández Villeta

Los Rusos siguen firmes en sus posiciones en Georgia

Soldados rusos avanzan por la zona oeste de Georgia. (Foto: AP)Una pareja de ancianos huye de una casa en llamas atacada por las milicias de Osetia del Sur en una aldea georgiana. (Foto: EFE)Un soldado dispara hacia la capital, en una imagen ofrecida por la televisión local. (Foto: AFP)Misiles georgianos en Osetia. (Foto: AFP)El presidente de Osetia del Sur, Eduard Kokoity, se dirige a la población. (Foto: AP)

El presidente de Osetia del Sur, Eduard Kokoity

 

BRUSELAS.- Rusia ha relantizado el repliegue de sus unidades militares de territorio georgiano, tanto de la separatista Osetia del Sur como de la zona administrada por Tiflis, pese al aluvión de críticas internacionales.

 

"La ausencia de cualquier tipo de control sobre los soldados del Ejército georgiano dificulta la situación y entorpece el repliegue de las tropas", ha afirmado este martes Anatoli Nogovitsin, jefe adjunto del Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas de Rusia.

 

El general ha subrayado que la situación en la zona de conflicto aún es "complicada", especialmente en la separatista Osetia del Sur, donde las localidades osetas y georgianas están muy cerca unas de otras.

 

Nogovitsin ha denunciado al respecto que grupos armados georgianos siguen campando por la zona sin ningún control por parte de Tiflis. "Aceleraremos el repliegue a partir del viernes. Estamos cumpliendo con las obligaciones que asumimos. Lo haremos al ritmo que dicta la situación" en la zona de conflicto, ha señalado en rueda de prensa.

 

Nogovitsin ha explicado además que el arsenal -armamento, equipos y munición- incautado a la parte georgiana tanto en Osetia del Sur como en la zona administrada por Tiflis no será devuelto.

 

"No dejaremos en Georgia ni un arma, ni una bala. Parte de ese arsenal, especialmente las municiones, será destruido, y el resto de los trofeos serán repartidos a distintas unidades", ha asegurado.

 

El militar también ha asegurado que el plan de alto el fuego de la Unión Europea y el repliegue de fuerzas también afecta a las tropas georgianas que fueron retiradas de Irak, por lo que éstas deberán volver a ese país.

 

A su vez, el asistente del comandante en jefe del Ejército de Tierra ruso, Ígor Konashenkov, ha anunciado que Moscú retiraría sus tropas del territorio administrado por Tiflis en último lugar y sólo después de completar el repliegue de sus unidades militares de Osetia.

 

Operaciones rusas de castigo

Konashenkov ha dicho que "el repliegue durará más que el despliegue en la zona de conflicto. La introducción de las tropas fue rápida dada la necesidad de salvar la vida de los civiles y ayudar a las fuerzas de paz".

 

Previamente, altos mandos militares rusos comunicaron a las autoridades georgianas que necesitaban 48 horas más para abandonar tanto la estratégica ciudad de Gori, cercana a la frontera de la separatista Osetia del Sur, como las localidades de Kareli, Kaspi y Jashuri.

 

Mientras, los soldados rusos han continuado las operaciones de castigo contra las infraestructuras civiles y militares, y siguen ocupando Senaki y Zugdidi, cerca de la frontera con Abjasia.

 

Según la emisora de radio 'Imedi', militares rusos han prendido fuego a las instalaciones de un recién inaugurado campamento juvenil en la localidad de Ganmujuri, cerca de la región separatista de Abjasia.

 

"El propósito de esas actividades es aislar económicamente a Georgia y perjudicar sus relaciones con otras regiones restringiendo las importaciones", ha denunciado el Ministerio de Exteriores georgiano en un comunicado.

 

Por primera vez desde el estallido del conflicto el pasado 8 de agosto, Georgia y Rusia han efectuado un canje de prisioneros. La parte georgiana entregó a Rusia cinco militares, dos de ellos pilotos, cuyos aviones fueron derribados cuando sobrevolaban territorio georgiano. Tiflis recibió a cambio 15 militares georgianos de diverso rango.

 

La reacción de la comunidad internacional

En los últimos días, tanto EEUU como la UE han ido intensificando sus declaraciones, exigiendo a Rusia que cumpla su compromiso de abandonar rápidamente las posiciones tomadas durante los 10 días de conflicto.

 

Por su parte, la OTAN ha reclamado una aplicación completa del acuerdo de paz entre los dos países, incluida la retirada de las tropas a las posiciones que ocupaban antes del inicio de las hostilidades, y ha criticado, una vez más, el uso desproporcionado de la fuerza por parte de Moscú.

 

La Alianza considera "seriamente las implicaciones de las acciones rusas en su relación con la OTAN", señala la declaración emitida tras la reunión de ministros de Exteriores de los 26 países miembros, que han advertido a Moscú de que, después de lo sucedido, "las cosas no pueden seguir como hasta ahora".

 

Los ministros han dejado claro que la solución al conflicto de Georgia debe basarse en el "respeto absoluto a la independencia, soberanía e integridad territorial" de este país.

 

Los aliados han subrayado su apoyo a Tiflis y han acordado establecer una comisión OTAN-Georgia encargada de supervisar el proceso iniciado en la cumbre de Bucarest de la pasada primavera de cara a la futura adhesión del país a la organización.

 

Además, el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR), Antonio Guterres, ha pedido a Georgia y a Rusia que permitan abrir un corredor humanitario en la zona de conflicto.

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MOSCÚ.- Osetia del Sur, escenario de cruentos combates entre tropas osetas y georgianas, es un territorio en el Cáucaso Sur que oficialmente forma parte de Georgia y limita al norte con Osetia del Norte, república integrada en la Federación de Rusia.

 

La región, cuya capital es Tsjinvali, tiene una extensión de 3.900 kilómetros cuadrados y una población de 82.000 habitantes, de los que 58.000 son osetas y 22.000 georgianos. El líder suroseta es desde el 6 de diciembre de 2001 Eduard Kokoity.

 

El toponímico de Osetia del Sur (o Alta Osetia) aparece por primera vez en la literatura militar rusa del siglo XIX y se refería entonces a las zonas montañosas de las regiones históricas georgianas de Racha, Imereti y, sobre todo, Shida Kartli, con gran presencia de población de origen oseta que emigró del Cáucaso Norte.

 

En 1922, el dictador soviético Joseph Stalin convierte a Osetia del Sur en Región Autónoma de la República Socialista Soviética de Georgia y le añade la llanura adyacente, con la ciudad de Tsjinvali, habitada principalmente por georgianos.

 

Autonomía

El 10 de noviembre de 1989 el Congreso de Diputados Populares de la región proclama su conversión en República Autónoma (dentro de Georgia), decisión que el Parlamento de Georgia declara anticonstitucional.

 

 

El presidente de Osetia del Sur, Eduard Kokoity, se dirige a la población. (Foto: AP)

El 20 de septiembre de 1990 los diputados locales proclaman la soberanía y la creación de la República de Osetia del Sur. En respuesta, el 10 de diciembre del mismo año el Parlamento de Georgia declara abolida la autonomía de Osetia del Sur.

 

Al día siguiente, estallan los enfrentamientos y se producen las primeras tres víctimas mortales, tras lo cual Georgia impone el estado de excepción en la zona.

 

A comienzos de enero de 1991 destacamentos de la Guardia Nacional intentan entrar en Tsjinvali y se enfrentan a la defensa de las milicias osetas, lo que da inicio a una guerra que en dos años causó unos 2.000 muertos y el éxodo de 4.000 personas.

 

Unión con el norte

Los separatistas proclaman su propósito de unirse a Osetia del Norte y, por tanto, a Rusia.

 

El 19 de enero de 1992, la mayoría de los habitantes de Osetia del Sur votó a favor de su incorporación a Rusia, tras lo cual empezaron a recibir ayuda desde el Norte, de donde llegaron combatientes, además de otras regiones de Rusia.

 

En 1992 las fuerzas georgianas, reforzadas con carros de combate y artillería de las tropas de la desaparecida URSS, cercan y bombardean la ciudad y logran entrar en sus arrabales.

 

Las hostilidades cesan tras la firma en Dagomis (balneario en la costa rusa del mar Negro) de un acuerdo entre Rusia y Georgia, por el cual a partir del 14 de julio de 1992 en la zona se desplegarían fuerzas de paz.

 

 

Toppas georgianas se dirigen a Osetia del Sur. (Foto: AFP)

La presencia de estas fuerzas no impidió que el régimen separatista formara unas Fuerzas Armadas equiparables a las de Georgia.

 

Parte del territorio de lo que fue la región autónoma de Osetia del Sur (entre el 30% y 40%), habitado por georgianos, sigue bajo control de las autoridades de Georgia y el resto, dirigido por las autoridades independentistas, aboga por la unión a la Federación de Rusia.

 

Las presidenciales y el referéndum

El 10 de noviembre de 1996, en la parte osetia, se celebraron elecciones presidenciales, pese a las protestas de Tiflis.

 

El triunfo fue para el ex presidente del Legislativo Liudwig Chibirov (65% de los votos), seguido de su principal rival, el jefe del Ejecutivo Viacheslav Gabarayev (25% de los votos).

 

Las autoridades surosetas convocaron un referéndum de independencia el 12 de noviembre de 2006.

 

El 99% de la población local votó a favor de la independencia, aunque Tiflis no reconoció la validez de la consulta popular.

 

Dos semanas después de que Kosovo declarara su independencia, el Parlamento de Osetia del Sur pidió a la ONU, la Unión Europea (UE), la postsoviética Comunidad de Estados Independientes y Rusia que reconocieran su independencia.

 

A principios de agosto, la región es escenario de intensos combates entre tropas surosetas y georgianas.

 

Eduard Kokoiti fue elegido presidente de la autoproclamada república, nunca reconocida por la comunidad internacional, el 6 de diciembre de 2001 con el 53% de los votos.

 

El líder suroseta fue reelegido en noviembre de 2006, consulta que coincidió con el referéndum de independencia, con más del 96% de los votos a favor.

 

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