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Manuel Hernández Villeta

Los millonarios del deporte, son la gran atracción en China

Los millonarios  del deporte, son la gran atracción en China
 KOBE BRYANT, miembro del equipo olímpico de EEUU, es una de las estrellas profesionales que reciben una gran atención incluso en la Villa Olímpica.

El equipo de fútbol brasileño se reportó a la Villa Olímpica el lunes y de inmediato comenzó el caos. Ronaldinho, la estrella del AC Milan, que gana $37 millones, trató de hacer fila en la cafetería con una bandeja y el lugar, con cabida para 5,000 comensales, se llenó de voluntarios y otros atletas en busca de autógrafos y fotos.

 

El siempre sonriente Ronaldinho trató de complacer a los fanáticos, pero la situación empeoró al punto que tuvo que ser escoltado a una mesa por guardias de seguridad y alguien hizo la fila por él. El equipo brasileño acortó su almuerzo porque los jugadores se sintieron atrapados por los admiradores.

 

Escenas similares ocurrieron alrededor de tenista español Rafael Nadal, el jugador chino de baloncesto Yao Ming y el también estrella de la NBA, el alemán Dirk Nowitzki (a ambos les dieron camas especiales de ocho pies de largo), así como al futbolista argentino Lionel Messi, que rechazaron ir a hoteles elegantes para poder compartir con los atletas de kayak y tiro con arco en la Villa Olímpica.

 

Estas figuras comparten apartamentos con dos o cuatro compañeros, comen en el restaurante, toman los autobuses para ir a diferentes lugares y pasan el tiempo libre en el café de internet, el gimnasio y el salón de juegos.

 

En la Villa se hospedan 16,000 huéspedes en 42 torres. Cada dormitorio tiene una cama, una mesa de noche, lámpara, espejo, armario y paredes decoradas con pinturas de escolares de Pekín. En las habitaciones no hay televisores ni acceso a internet.

 

Los equipos masculinos y femeninos estadounidenses de baloncesto prefirieron quedarse en el hotel Intercontinental, de cinco estrellas, en el distrito financiero, pero han visitado la Villa con frecuencia y comido allí en algunas ocasiones. Los estadounidenses dijeron que no querían sentirse aislados, como ocurrió con el equipo del 2004, cuando se hospedó en el crucero de lujo Queen Elizabeth II, anclado en la costa griega.

 

Sin embargo, no pueden pasear por la Villa como atletas normales. Cada vez que lo hacen los acosan.

 

"En el 2004 estábamos más o menos desconectados de todo el mundo’’, dijo Dwayne Wade, jugador del Miami Heat. "Ahora hemos ido muchas veces a la Villa y hemos comido en la cafetería. Nos hemos tomado un millón de fotografías y firmado otro millón de autógrafos. Todo el mundo la está pasando muy bien’’.

 

Por su parte, el también jugador estrella de la NBA Carlos Boozer agregó: "Todo el mundo en este equipo quiere estar con los demás atletas y si pudiéramos estar las 24 horas del día en la Villa y tener algo de privacidad, lo haríamos. Pero es imposible. No podemos movernos, sobre todo Kobe. Pero hemos ido un montón de veces a la Villa, y ha sido formidable conocer a Nadal y a Michael Phelps y a Venus y a Serena’’.

 

Boozer se ha quedado sorprendido de lo mucho que otros atletas conocen de la NBA. "Se me acerca alguien y me dice: ‘Hola, Carlos, tremenda temporada tuviste el año pasado’, y yo pienso, ¿Cómo sabe tanto de mí este jugador australiano de polo acuático?’ Es algo muy divertido’’.

 

Los jugadores de baloncesto de Estados Unidos viajan en un autobús privado y siempre tienen cerca guardias de seguridad, aunque han tratado de mezclarse con los demás en mesas con jugadores de tenis y gimnastas.

 

"Aquí somos como los Beatles’’, dijo Chris Paul.

 

Los tenistas Roger Federer y Venus y Serena Williams también se hospedan en un hotel de primera clase.

 

"En Atenas era un poco difícil’’, dijo Federer, refiriéndose a la Villa Olímpica de los Juegos Olímpicos del 2004. "Tomar el autobús y no tener control de mi propio horario, y mucha gente me reconocía en la Villa. No lo disfruté tanto como en Sidney, que me encantó’’.

 

Cuando Federer fue a Sidney no era tan famoso, de modo que pudo moverse con más libertad. El tenista es famoso por ser muy fastidioso sobre su horario y valora su privacidad, así que la Villa no le convenía.

 

Nadal, por su parte, está alojado en la Villa desde la ceremonia de inauguración, y le gusta mucho. Después de ganar la medalla de oro, dijo que tal vez no la hubiera ganado si se hubiera hospedado en un hotel.

 

"Es muy diferente de los torneos regulares en una gira. Uno está en la Villa Olímpica, así que siempre es muy agradable de estar rodeado de deportistas de todo el mundo’’, expresó Nadal. "Le agradezco a los otros atletas españoles por venir a apoyarme’’.

 

Al igual que los otros multimillonarios, Nadal es acosado en busca de autógrafos y fotos, pero ha recibido de buena gana este inconveniente. Quizás es porque es un muchacho sencillo procedente de Mallorca, o tal vez porque todo esto es nuevo para él.

 

"Me han fotografiado algunas veces y he firmado algunos autógrafos’’, dijo. "Pero siempre ha sido un placer porque lo he hecho con otro deportista. Siempre es una sensación agradable tomarse una foto con otro atleta, ¿no?".

 

Nowitzki concuerda. Se está alojando en la Casa de Alemania junto a otros compatriotas olímpicos y ha tratado de asistir a todas las competiciones que ha podido. Hasta ahora ha visto partidos de balonmano, hockey sobre hierba, voleibol de playa y tenis de mesa.

 

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