Blogia
Manuel Hernández Villeta

Una entrevista con Václav Klaus (Praga, 1941), presidente checo y enterrador de la federación checoslovaca

 Miembros de Acción contra el Hambre, en un programa nutricional con madres del Sahel africano. (Foto: ACH)

Miembros de Acción

Václav Klaus (Praga, 1941), presidente checo y enterrador de la federación checoslovaca, nunca ha sido persona agradable y no va a serlo ahora que está enfadado. Tanto por lo que califica como una doctrina catastrofista, manejada por nuevas huestes salvadoras de la humanidad, «el planeta no tiene primacía sobre el hombre»; como por la próxima presidencia checa de la Unión Europea: «La UE no la preside nadie más que los eurócratas», sentencia.
-En un país que tuvo las regiones más contaminadas de Europa, ¿cómo cae su desmitificación del ecologismo?
-Sociedades que han nacido bajo el comunismo están más prevenidas contra nuevas formas de restringir la libertad individual, que aquellas que lo dan como un estado natural.
-Pero su escepticismo hacia las políticas sobre el clima se extiende hacia un estado del mundo que para usted no es tan malo.
-Diferenciemos claramente una protección racional del medio, de la locura generalizada por salvar el clima y la humanidad. Soy escéptico frente a intentos que yo considero muy inmodestos por parte de algunos políticos de gobernar el clima y con ello dictar comportamientos. No estoy en contra de que las aguas del Moldava sean limpias.
-Pero pone en duda que algunas medidas de protección sean siquiera necesarias, incluso ve alevosía tras ellas.
-Combato este nuevo alarmismo sobre el calentamiento global, que se ha convertido en ideología y es un intento de reprimir la libertad individual y el desarrollo de la prosperidad en el mundo.
-Sobre el calentamiento y Al Gore dice estar «no ya preocupado, sino enfadado». Ciertamente se le nota.
-Es una frase que uso, pero no es mía. En un principio el calentamiento era una teoría sobre la que había partidarios y opositores. Encuentro amenazador que ahora se haya convertido en una ideología mundial, que nos limita a todos.
-¿Ideología? dice incluso «religión».
-Lo es cuando se prefiere sobre los hechos. Rebatir esta ideología del ecologismo, que tiene más de atemorizar y culpar al hombre que de naturaleza, es ya la cuestión principal de nuestra era, como antes fue la lucha contra el comunismo o el fascismo.
-El catastrofismo ¿no es un nuevo miedo, apto para sociedades ricas?
-Entiendo que sociedades boyantes, entre las que no sé si está España, estén más preocupadas; pero no olvidemos que las víctimas reales de Al Gore y su histeria global serán los países más pobres, forzados por los ricos que sí pueden tolerar los costes de esta política, aunque sus economías no crezcan igual. Aquéllos en vías de desarrollo no podrán.
-¿Porqué las sociedades libres ceden gustosas al miedo y a la autolimitación?
-Yo no. Quienes hemos sabido lo que es perder la libertad no estamos dispuestos a caer bajo un nuevo régimen de prohibiciones, por alternativo que sea. -Sociedades avanzadas lo han asumido sin más.

-Sociedades avanzadas lo han asumido sin más.
-Porque la gente es manipulada día a día por Al Gore y los suyos, y su continua propaganda sobre el calentamiento del planeta. Por eso creo necesario levantar la voz y aportar otros datos.
-¿Amenaza también la prosperidad?
-Es un segundo aspecto que, con ser claro, va detrás de la pérdida de libertad bajo este catastrofismo artificialmente alimentado.
-Dice ver tras ello una ideología anti-desarrollo y antioccidental.
-Yo considero que nuestra civilización está basada en el valor crucial de la libertad, y la increíble propaganda que vivimos en pro de su restricción va contra ella. Los niños son adoctrinados desde la escuela y en la TV ven cada día con sentimiento de culpa imágenes de deshielos en el polo, lo que no es justo porque llevan 200 años derritiéndose.
-Casi todos los gobiernos han abrazado esta causa.
-Los políticos adoran apostar por logros para el año 2100, salvar el planeta, les sirve para escapar de sus responsabilidades diarias.
-Tras el antidesarrollismo ve la vergüenza del hombre blanco.
-Esas ideas neo-Rousseaunianas no son serias. Es gente que pretende estar moralmente por encima, para imponerse sobre nosotros. Pero no lo están. Nadie serio puede estar avergonzado de la civilización occidental.
-Usted dice que el mundo cambia y no hay un estado, dado de antemano, al que nos debamos. Pero, quizá, sí una ciudad o un paisaje.
-Praga sobrevivirá al calentamiento global como a todo, creáme, soy optimista. La gente se preocupa por mantener cosas sobre las que tiene influencia real y le son propias. Salvar la Antártida es escapismo.
-Usted rescata la preeminencia del ser humano sobre la Tierra ¿el humanismo ha vencido al duro economicista?
-No es nueva mi preocupación, ni por el ser humano bajo el comunismo, ni por el riesgo del catastrofismo del Club de Roma, que por supuesto quería limitar el desarrollo y se equivocaron.
-Usted habla contra el medio ambiente o Europa que, para bien o mal, proporcionan un sentido de pertenencia.
-El liberalismo es anticolectivista y creo que la ideología europeísta es colectivista y antiliberal. La pertenencia común debe ser genuina no creada.
-Como toda identidad, el europeísmo es creado.
-Me siento praguense, no europeo porque me lo digan. Es un sentimiento tan débil que sólo lo tengo si estoy en Asia. Me gusta Ortega o Goya, pero para mí España es y será un país extranjero.
-Con estos presupuestos, ¿cómo presidirán los checos la Unión Europea en 2009?
-Nadie preside la UE, eso es un cuento rotatorio, la Unión Europea la presiden sin interrupción los eurócratas de Bruselas.
-¿A qué quieren contribuir al menos los checos?
-La República Checa no contribuirá en nada, tal vez en eficiencia.
-Como economista liberal ¿sus lecciones del crujido financiero?
-Yo creo que no es el mercado el que se ha equivocado, sino los políticos que violentan sus leyes, por ejemplo permitiendo hipotecas por debajo de su valor. Espero que la crisis financiera devuelva a los políticos a recobrar la vía racional, se ocupen del calentamiento real de las finanzas y se olviden del global.

 

0 comentarios