El réloj de la esperanza está llegando al fin.
La esperanza tiene que estar presente al comenzar el 2008 para todos los dominicanos.
Tenemos una pesada carga de hambre, miseria, analfabetismo, falta de educación, pero sigue persistiendo la esperanza.
Los dominicanos desean vivir en paz, que se ponga fin, a la costa que sea, a la violencia del pandillerismo.
Los problemas de hoy, son consecuencia de la miseria extrema en que vive una parte determinada de la sociedad.
No todos somos culpables, muchos somos solo víctimas, pero si podemos ser solidarios para salvar la situación.
Para ocho millones de dominicanos, todavía hay esperanzas, pero el reloj de la realidad los coloca contra la pared-.
Justicia social con pan, debe ser la consigna a convertir en realidad en este año.
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