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Manuel Hernández Villeta

Los esteroides podrían evitar que Mark McGwire llegue al Salón de la Fama

 

SAN LUIS -- La candidatura de Mark McGwire al Salón de la Fama cambió drásticamente en diciembre del 2006, cuando apareció por primera vez en el boleto luego de su retiro después de la temporada del 2001. La pregunta ahora es si las cosas han cambiado aún más en su segundo año de elegibilidad.

McGwire, quien se retiró como el quinto en la lista de jonroneros de todos los tiempos (ahora es el octavo), ya estaba en camino a la inmortalidad cuando su carrera llegó a su fin. Pero en el 2006, la interrogante del uso ilegal de drogas para mejorar el rendimiento en las Grandes Ligas era el problema más importante, y McGwire fue la primera baja en la votación para el Salón de la Fama.     "Big Mac" apareció en el 23.5 por ciento de las papeletas en su primera oportunidad, quedando noveno entre todos los candidatos. Fue más que suficiente para que se quedara en la papeleta para el próximo año, y es el séptimo con más votos de regreso en el boleto del 2008. 

Pero así como la conversación cambió desde que McGwire se retiró hasta que llegó la hora de escogerlo para el Salón de la Fama, ha cambiado de nuevo en el último año. Para ser más precisos, ha cambiado en el último mes.

 El informe del ex senador estadounidense George Mitchell sobre las drogas para mejorar el rendimiento en el béisbol ahora presenta todas las discusiones sobre el tema, y ahora ha traído nombres sonoros bajo el microscopio -- algunos nombres que antes no estaban allí. 

Pero el informe no dio nueva información sobre McGwire. Solamente confirmó lo que ya se sabía y lo que ya se había informado. McGwire no fue absuelto, ni se le echó más culpas. 

El toletero ha admitido que consumió androstenediona, un precursor de esteroides, pero nada más fuerte que eso. Se retiró antes de que las Grandes Ligas examinara a los peloteros para detectar sustancias prohibidas.

Pero fue acusado de usar esteroides en el libro de José Canseco, "Juiced." Y cuando dio sus declaraciones ante el congreso de los Estados Unidos en la primavera del 2005, McGwire dio una actuación que defraudó hasta a los mejores defensores. 

Aunque todos esos problemas afectaron su candidatura en el 2007, podría recuperarse un poco en el 2008. Sin duda varios votantes realizaron una protesta de un año y estarían dispuestos a incluir a McGwire en sus papeletas en el futuro. 

Principalmente, la pregunta sobre quimícos es la única que rodea a McGwire. Fue una verdadera potencia ofensiva y tal vez su defensa no fue apreciada tanto. McGwire fue convocado 12 veces al Juego de Estrellas, ganó un Guante de Oro en 1990 y terminó cinco veces entre los 10 primeros en la votación por el Jugador Más Valioso. 

En la lista de todos los tiempos en promedio de slugging, está en el noveno lugar, octavo en jonrones y primero en jonrones por turnos al bate.

 McGwire jugó en seis equipos que aparecieron en la postemporada, tres equipos que ganaron el banderín de su respectiva liga y estuvo en el equipo que ganó la Serie Mundial en 1989. 

Con todas las preguntas y acusaciones aparte, su carrera fue digna del Salón de la Fama. 

"Para mí, nada ha cambiado, primero, lo que confío en él, y segundo, lo que su carrera significa, su producción y sus logros históricos", dijo Tony La Russa, quien dirigió a McGwire en Oakland y en San Luis. "Espero que ese honor le llegue pronto." 

Cuando McGwire surgió en su primera temporada completa en 1987, fue fenomenal. Conectó 49 jonrones, y la mayoría de ellos fueron colosales y majestuosos. Recibió 71 pasaportes y lo hizo antes de la explosión ofensiva de los 90. 

Continuó esa actuación con 32, 33 y 39 jonrones para el equipo que ganó tres banderines de la Liga Americana de 1988-90, pero después tuvo bastantes problemas en 1991. En 1992 se recuperó conectando 42 vuelacercas, pero McGwire fue afectado por las lesiones de 1993-94. 

Cuando McGwire volvió alentado en 1995, fue como una potencia nunca vista. Logró el promedio más alto de su carrera. Consiguió aún más bases por bolas. Y conectó bambinazos a un paso que nunca había logrado. De 1995 al 2000, su última temporada de efectividad, McGwire pegó 316 bambinazos, un promedio de un jonrón por cada 8.06 turnos al bate. 

Fue una fuerza aterrante en la alineación hasta que las lesiones lo pararon. McGwire tuvo problemas durante el 2001 antes de retirarse a los 38 años de edad. 

Hasta ahí, era seguro que entraría al Salón de la Fama, en la primera papeleta. Pero McGwire volverá al boleto por segunda vez, tal vez con 13 oportunidades más si es necesario. Si los votantes ya no son sensibles a las preguntas de las sustancias ilegales, lo cual varios ya no los son, su apoyo habrá aumentado.

 Si están más enfadados que nunca, y es probable que varios ya lo están, es posible que lo dejen fuera de varios boletos.  

McGwire fue un caso de prueba hace un año. Y será un caso de prueba en el 2008.

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