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Manuel Hernández Villeta

Comentario Internacional de Manuel Hernández Villeta....Entre la guerra, la sonrisa fetiche, los peinados de moda y esperando que el sueño se convierta en realidad

Hillary y Bill Clinton 

La lucha presidencial en los Estados Unidos no pasa de ser un simple espectáculo de la televisión. La Guierra de Irak y el racismo está presente en todos los candidatos, sobre todo de los Demócratas, que no llevan sobre sus hombros los fardos el peso de George Bush. Con los debates de televisión, se está poniendo en el tapete que se gana o se pierde por una sonriza, sin importar los planteamientos. La lucha no es por mejor vida para las minorías, sino de vender el peinado mas bonito, en el caso de Hillary, o el negro blanco de Obama.

 

Me hace recordar a Sydney Portier con su Fuga en Cadenas, o su Maestro con Cariño que era un negro refinado y tiznado de blanco. Obama para representar a los negros tiene que ser negro, no uno que aspira a llegar a la presidencia con el chaleco de los tradicionales blancos que han gobernado. Hillary estuvo en el poder, en la gobernación y en la Casa Blanca. Ahora no es discursos para minorías, sino tratar de escapar del cinturón de una guerra infernal.

 

Pero la guerra siempre estará presente. Para Bush fue Irak, pero para el próximo presidente puede ser Irán, solo queda esperar los acontecimientos. La alternativa puede venir de los Demócratas, fuera del poder por ocho años, pero con dos principales candidatos que no convencen, a pesar del peso del señor Clinton, detrás de su esposa.

 

Obama es el negro que más lejos ha llegado en las elecciones  Norteamericanas, pero Clinton es la mujer que se ha coronado  a una etapa más alta en la lucha, Queda ver la próxima sonrisa y las primarias que siguen en lista.

 

Los ánimos entre Hillary Clinton y Barack Obama están cada vez más caldeados. Poco queda para la llegada del conocido supermartes, donde el 5 de febrero ambos se juegan el futuro de sus candidaturas, y la tensión crece por momentos, como se pudo comprobar ayer en el debate televisado por la cadena CNN en el estado de Carolina de Sur. 

Tanto Clinton como Obama se tiraron los trastos a la cabeza y los reproches volaron de un atril a otro mientras el tercero en discordia, John Edwards, casi no podía hacerse escuchar entre sus mediáticos competidores y tuvo que preguntar: "¿Hay tres personas en este debate o sólo dos?". 

Hillary Clinton centró sus críticas más duras contra Obama por sus elogios al presidente Ronald Reagan, un icono republicano denostado por muchos demócratas. El senador por Illinois había declarado la semana pasada que Reagan "cambió la trayectoria de Estados Unidos" de una forma que ni Richard Nixon ni Bill Clinton lo hicieron. Unas declaraciones que la senadora por Nueva York quiso recordarle como ejemplo de que Obama prefiere a los republicanos antes que a los demócratas. 

-"Yo no dije eso"-, interrumpió Clinton a su rival. 

-"Lo dijo Bill Clinton"-, afirmó Obama. 

-"Yo estoy aquí y él no"-, le contestó la ex primera dama. 

-"Bueno, a veces no puedo decir contra quien estoy compitiendo"-, señaló Obama, en una clara señal de su creciente exasperación por el papel que Bill Clinton está jugando en la campaña de su esposa con los constantes ataques contra él. 

Patrón de los suburbios 

Obama estuvo a punto de perder la compostura en más de una ocasión ante un debate acalorado donde también se veía a Clinton con gesto serio y mirada desafiante. Nunca antes en un debate la ex primera dama se había referido a las conexiones de Obama con un controvertido constructor de Chicago. Con el dedo acusador y revisando el currículo de su rival, Clinton aseguró que el senador de Illinois está asociado con un “patrón de los suburbios”, en referencia directa a Anthony Rezko, un hombre de negocios de Chicago, acusado de fraude fiscal y que ha donado miles de dólares a la candidatura de Obama a través del gobernador de Illionis. 

Pero Obama no se quedó atrás y recordó a Clinton que, mientras él estaba “en las calles de Chicago como líder comunitario”, ella estaba en su asiento de la empresa Wal-Mart, de la que la senadora por Nueva York fue directora de 1986 a 1992. 

Después, Clinton aseguró: "La verdad, es muy difícil tener un debate directo con usted, senador Obama, porque usted nunca asume la responsabilidad de ningún voto, y ésa es una pauta suya de actuación". La senadora dudó además del historial político de su rival y se preguntó si "debía importar". A lo que el senador por Illinois afirmó que al menos él no "dice algo e inmediatamente después rectifica". La senadora por Nueva York terminó por calificar las ideas de Obama como "malas", haciendo referencia a todos los programas sociales propuestos por los demócratas en esta campaña, y que, según Clinton, "no consta en ningún sitio como el señor Obama los quiere financiar". 

Ambos llegan a las primarias de Carolina del Sur bajo la presión que da la reñida disputa en las elecciones por candidatura demócrata a la Presidencia de EE UU. Los comicios celebrados el pasado sábado en Nevada fueron ganados con poco margen por la ex primera dama. La senadora también ganó en New Hampshire, mientras que Obama fue el ganador de la primera votación celebrada en Iowa. 

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