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Manuel Hernández Villeta

Johan Santana acelera el proceso de recuperación de los Metros de Nueva York tras fracaso del 2007

  

 Cuando los Mets empiecen sus esfuerzos por borrar el recuerdo del colapso de septiembre pasado, las fuertes luces del escrutinio estarán sobre un individuo en particular: el recién firmado estelar del pitcheo, el venezolano Johan Santana.

Los Mets pretenden que su nuevo as le aporte su excelencia de costumbre en el montículo a partir de abril. Por ahora, están encantados de tenerlo en los entrenamientos de primavera. Más que cualquier otro elemento en el equipo, Santana acelera el proceso de recuperación del fracaso del 2007.

La presencia de Santana en Port St. Lucie, Florida, llenará de sonrisas al entrenamiento de los Mets, ya que el zurdo aumenta las posibilidades de que los de Queens estén sonriendo-y ganando-a partir de octubre.

Los entrenamientos serán de él-Port "Santana" Lucie-de la misma forma en que pertenecieron a Pedro Martínez en el 2005. En los entrenamientos número 47 en la historia de los Mets, todo el enfoque será sobre el número 57.

Todavía está por verse cómo reaccionará Santana ante tanta atención de los medios, pero sus colegas gozarán lo que será hasta cierto punto un anonimato al lado. Habrá un verdadero gentío cerca de su casillero.

Hasta David Wright podría disfrutar un poco de paz. No será así con Santana. Cada apertura que haga será un gran evento, a pesar de que ninguna actuación en la primavera tiene peso, a menos que haya una lesión. Todos los micrófonos y cámaras que estuvieron ausentes durante la estadía del venezolano con los Mellizos estarán presentes ahora, y los reporteros sabrán valorar su habilidad de hablar y su buen carácter. Los días que no lance, los periodistas estarán con él todo el tiempo.

Claro, habrá otros temas en los entrenamientos de los Mets. El hombro, el dedo de pie, la pantorrilla y hasta el ego del dominicano Pedro Martínez serán monitoreados, al igual que la salud del cubano Orlando Hernández. También habrá escrutinio sobre el nuevo catcher, Brian Schneider, los primeros pasos de la rehabilitación del boricua Carlos Delgado, el progreso del dominicano José Reyes luego de su caída al final del 2007, el regreso del dominicano Moisés Alou luego de que había hablado del retiro, las rodillas reparadas de Carlos Beltrán y del dominicano Luis Castillo, y claro, David, David, David (Wright).

Pero Santana será la historia principal casi todo el tiempo-quiera o no. Se espera que se presente a Port St. Lucie el jueves, junto a los demás lanzadores y receptores, y que realice su primera práctica el sábado. (Las fechas correspondientes para los demás jugadores son el 18 y el 20 de febrero).

A Santana se le seguirá de terreno a terreno (en las instalaciones de los Mets) al igual que se le hace al golfista Tiger Woods, de hoyo a hoyo. Será informado y celebrado hasta lo más mundano que haga el venezolano. Se hará mención de su contrato unos 137.5 millones de veces, y se buscará con suma agresividad su autógrafo desde las gradas.

Se le seguirá, se le rodeará, se le hostigará y se le agobiará.

Y eso será el apenas el primer día...

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