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Manuel Hernández Villeta

¿porque el gobierno de Irak lanzó una ofensiva en Basora?

Soldado del ejército iraquí monta guardia en patrulla junto con fuerzas de EEUU en Mosul, Irak, el miércoles 26 de marzo de 2008. Maya Alleruzzo / AP Photo  

¿Por qué Basora y por qué ahora? Esa es la pregunta que subyace detrás del operativo militar y el toque de queda decretado por las autoridades iraquíes en la segunda ciudad del país, ante la atenta mirada del primer ministro Nouri al-Maliki.   En diciembre pasado el ejército británico cedió el control de la seguridad a las fuerzas iraquíes, que heredaron una situación de inestabilidad marcada por el secuestro y asesinato de civiles y una campaña en contra de las mujeres que no lleven el velo islámico.   "La ciudad experimenta una campaña brutal por parte de grupos internos y externos que matan personalidades del ámbito científico, social y espiritual", señaló en un comunicado el primer ministro chiita que se desplazó personalmente a Basora.  

Pero la inseguridad, generada según los corresponsales en el terreno por las peleas internas entre facciones chiitas rivales así como por el accionar de bandas criminales, también afecta un factor clave en todo lo que respecta a Irak, la industria petrolera.  

"El contrabando de petróleo, armas y drogas (...) ha afectado el desarrollo económico" admitió en el mismo comunicado al-Maliki, quien se comprometió a reestablecer la ley y el orden en toda la provincia.  

Basora cuenta con reservas petrolíferas clave que le permitieron exportar a Irak más de un millón y medio de barriles de crudo en el mes de febrero por los puertos que se encuentran justamente en esta región iraquí.  

"Revuelta civil"  

No todos en el sur de Irak piensan que han sido motivaciones económicas las que se encuentran detrás de los enfrentamientos ni tampoco creen en las causas expuestas por el gobierno.  

"Parece un operativo de seguridad pero la verdad es que se trata de una operación política", dijo a la cadena de televisión al-Jazeera Ahmad al-Ali, vocero del clérigo Moqtada al-Sadr.  

"No hay justificación para que 30.000 soldados entren en Basora. ¿Qué esconde esta ciudad que hace que todas estas tropas, más las que ya estaban aquí, entren en acción? ¿Quién puede pensar que esto es una cuestión de seguridad", se preguntó Al-Ali.  

Al-Sadr, quien ha amenazado con una "revuelta civil" en todo el país si gobierno continúa atacando a sus seguidores, renovó el mes pasado la tregua pactada con las autoridades en agosto de 2007.  

Pero eso no ha evitado el enfrentamiento entre su gente -el ejército Mehdi- y el Consejo Supremo Islámico Iraquí -ambos chiitas- por el control de la provincia.  

"Hasta el final"  

Sea por motivos políticos, económicos o de seguridad, la operación conjunta entre el ejército y la policía iraquí contra las milicias era previsible, según dijo a BBC Mundo el periodista Halaf Almanshadi, que edita en Basora el diario Al-Manara.  

"Todo el mundo esperaba que esto pasara porque las milicias controlan desde hace muchos meses casi todos los puertos de la provincia y los usan para el contrabando de petróleo y de mercancías que vienen desde el exterior".  

"Y casi diariamente hay raptos de científicos, profesores universitarios y también el asesinato de muchas mujeres. Por eso la gente quería que el gobierno hiciera algo para cambiar esta situación", agregó Almanshadi.  

El mayor general del ejército iraquí Ali Zaidan, quien comanda las operaciones en el terreno, dijo que el objetivo de sus hombres es extirpar de raíz a todos aquellos que se encuentren fuera de la ley.  

Zaidan prometió que el operativo no terminará "hasta alcanzar esta meta".  

El hecho de que al-Maliki se encuentre en Basora, que tropas apostadas en otras regiones se hayan desplazado a la ciudad y que según informes de prensa, el primer ministro haya reemplazado a algunos comandantes locales, confirma la contundencia de las palabras del mayor general.  

Y la importancia que tiene para el gobierno lo que ocurre en Basora.

1 comentario

Johnny Hasbun -

Todos sabemos que las milicias de Al-Sadr se crearon con el objetivo de enfrentar la invacion.
Ahora bien, las milicias de Sadr estuvieron tranquilas por un tiempo, pero en los últimos dias han tenido que volver a enfrentarse al ejercito de Maliki y a las tropas extrangeras, pero esto se debe a que el ejercito de Irak está atacando a los seguidores de Sadr, y eso no parece ser una casualidad,inclusive podemos ver como el gobierno de Iraq está dando 72 horas para que entreguen las armas,algo que se visualiza dificil, porque esta gente lucha por conviccion.