Blogia
Manuel Hernández Villeta

Los amigos analizan al nuevo jefe de la FARC, Alfonso Cano como un hombre callado, poetíco, y el presidente de Colombia lo señala como el filósofo de las guerrillas

2001: Soldados de las FARC marchan frente a un cuadro de Marulanda, en Los Pozos. AFP/Getty Images  2001: El entonces presidente de Colombia Andrés Pastrana (izq.) dialoga con Marulanda, en Los Pozos, luego de firmar un acuerdo conjunto para reanudar las negociaciones de paz. AFP/Getty Images

El nuevo jefe de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) es conocido como Alfonso Cano, pero en realidad se llama Guillermo León Sáenz Vargas.  Nació en julio de 1948 en Bogotá, militó en la Juventud Comunista (Juco) en los años 60 y 70, y es considerado más del ala política que militar dentro de las FARC, una guerrilla creada en mayo de 1964 y que nació siendo un movimiento campesino.  Sin embargo, el sociólogo Alfredo Molano, quien lo conoció en los años 70 en la Universidad Nacional, cuando Cano estudiaba antropología, considera que a este no le ha ido mal en lo militar.

 

"Él está a cargo del bloque central de las FARC y cuando ellos han pedido el despeje (desmilitarización) de Pradera y Florida (dos pueblos del suroccidente de Colombia) para negociar un acuerdo humanitario es porque han querido que Cano sea el negociador", dice.

 

Otros, en cambio, creen que hechos como el asesinato de 11 diputados regionales del suroccidental departamento del Valle, que estaban secuestrados, y que ocurrió en el primer semestre de 2007, empañan el papel de Cano como estratega militar.

 

Hace pocos días, el presidente Álvaro Uribe, de visita en el departamento del Tolima, en el centro-sur del país, se mofó de Cano y lo llamó "el filósofo" de las FARC, cuando le ordenó al ejército continuar persiguiéndolo en esa región, donde han ocurrido fuertes combates en los últimos días.

 

"Formado políticamente"

 

Molano describe a Cano como "un hombre un poco reservado" cuando estudió en la Universidad Nacional, pero subraya que es "bien formado políticamente, leído e interesado por la literatura y la economía".

 

  Contrario a lo que muchos creen Cano, como político, es el sucesor de Jacobo Arenas (muerto a principios de 1991), y el Mono Jojoy, como militar, es el de Manuel Marulanda

 

Alfredo Molano, sociólogo

 

Eso marca una diferencia importante respecto a ’Tirofijo’, un hombre que nació en una zona rural, que no estudió y que pasó buena parte de su vida en la clandestinidad.

 

"Uno presentía que (Cano) hacía cosas (en la Universidad), pero no sabía qué. Era muy combativo en las asambleas estudiantiles. De pronto desapareció y se fue unos años para la Unión Soviética", le comenta a BBC Mundo Molano, quien es columnista del diario El Espectador.

 

Después de regresar de la Unión Soviética, Cano estuvo en Bogotá, donde en una ocasión fue apresado con armas. A principios de los años ’80 ingresó plenamente a las FARC y entró en la clandestinidad.

 

En dos oportunidades Cano ha encabezado delegaciones de las FARC para negociar con el gobierno colombiano. Eso ocurrió en la administración del presidente César Gaviria. La primera vez fue en Caracas, en 1991, y un año más tarde en Tlaxcala (México).

 

Desde 2000, Cano está al frente del Movimiento Bolivariano, un proyecto político de las FARC.

 

Mientras algunos vaticinan que ahora en las FARC habrá un pulso entre militares y políticos, otros, como Molano, creen que ese pulso desapareció con la muerte de Raúl Reyes, quien, según él, era el rival de Cano.

 

"Contrario a lo que muchos creen Cano, como político, es el sucesor de Jacobo Arenas (muerto a principios de 1991), y el Mono Jojoy, como militar, es el de Manuel Marulanda".

 

Sea lo que sea, por primera vez en su historia las FARC serán comandadas por un hombre que nació en la ciudad, que estudió en una universidad y que ha viajado por el extranjero.

 

0 comentarios