Los Medias Blancas de Chicago siguen en la pelea, en la división central de la Liga Americana
En una temporada 2008 de muchas sorpresas y decepciones en las Grandes Ligas, los Medias Blancas de Ozzie Guillén han logrado uno de los arranques menos esperados al mantenerse en el primer lugar de la División Central de la Liga Americana luego de dos meses de temporada.
"Desde que lo conformamos en diciembre, este equipo estaba bastante bueno con profundidad en el pitcheo y con un bateo que todavía no ha desarrollado su potencial", dijo Guillén. "La gente de afuera deben estar sorprendidos de nuestro arranque, principalmente por lo que hicimos el año pasado cuando prácticamente todo nos salio bastante mal".
El ambiente dentro del clubhouse se ve muy alegre, y mucho se debe al hecho de que el manager venezolano deja jugar al equipo. A eso hay que agregarle el trabajo de los lanzadores Gavin Floyd y John Danks, y del jardinero Carlos Quentin. Los tres son las caras más nuevas del equipo, siendo todos cruciales para el primer lugar que ostentan.
"El equipo ha mostrado un pitcheo sensacional desde los entrenamientos, que es la principal diferencia con el equipo del 2007", comentó Guillén. "Danks ha trabajado muy fuerte desde el año pasado y les hemos dado la confianza para que salgan a lanzar. La diferencia ahora es que están los dos lanzando más strikes. Por supuesto que (Javier) Vázquez y (José) Contreras han contribuido también como abridores, así como (Scott) Linebrink, (Octavio) Dotel y (Bobby) Jenks en el bullpen.".
Otra de las piezas clave ha sido el joven Quentin, quien luego de muchas lesiones finalmente muestra por qué fue la primera selección de Arizona en el 2003.
"A Quentin lo afectaron las lesiones y no pudo demostrar lo que de él se esperaba cuando lo firmaron al profesional", comentó el manager patiblanco. "Nosotros nos la jugamos porque cuando lo obtuvimos estaba recién operado de un hombro. Nuestro gerente general (Ken Williams) tenía mucha confianza en Carlos y que podía hacer esto que ha logrado en los dos primeros meses. Lo importante es que pueda mantenerse en buenas condiciones físicas y los números van a estar allí. Es un muchacho que trabaja mucho y estudia el juego, y ahora ve los dividendos".
Para Jeff Cox, el coach de tercera base, es fácil determinar la razón del éxito.
"Durante todo el invierno y los entrenamientos, todo el mundo hablaba de los Tigres y los Indios para barrer en la división", comento Cox. "Pero desde los entrenamientos se empezó a ver mucha química dentro del equipo, y gracias a Dios las cosas han salido muy bien. Quentin está 100% saludable y ésa ha sido la razón para su buen desempeño. El pitcheo ha respondido a las mil maravillas, tanto los abridores como los relevistas. Colectivamente con un gran talento y la unidad que Guillén ha podido crear dentro del club, se han conseguido los triunfos que nos mantienen en el primer lugar".
El manager se ha visto envuelto en tres polémicas este mismo año 2008 (con un umpire, con las muñecas inflables y con uno de sus peloteros), pero después de que Ozzie habla en referencia a ellas el equipo comienza rachas ganadoras.
"Todo eso ha sido defendiéndolos a ellos (sus jugadores) y ése es parte de mi trabajo, defenderlos a ellos y a mi organización", dijo. "Soy el tipo de persona que no soy hipócrita como los demás en el béisbol. El 90% de la gente en el beisból sí lo es. Dicen solamente lo que la gente quiere oír. No les dicen la verdad o lo que realmente tienen que decirle. Las polémicas yo no me las busco, ellos me las traen porque yo no me voy a quedar callado cuando la gente no tiene razón y quiere decir cosas que no son sin saber lo que está pasando, entonces me van a encontrar. Tengo mi forma particular de decir las cosas, sin decir si es la mejor o la peor, pero es la mía. No creo que mi equipo se sienta afectado porque ellos están acostumbrados a jugar conmigo y saben cómo soy yo".
Las grandes ciudades como Chicago, Los Ángeles, Boston y Nueva York reciben críticas muy fuertes de sus mismos periodistas y a veces ponen una presión extra que pudiera ser perjudicial.
"Nosotros jugamos en una ciudad muy difícil en lo que se refiere a los medios periodísticos", dijo Guillén. "Una ciudad con dos equipos y donde la competencia es bastante fuerte. En esta ciudad, si tú no tienes la carne dura te agarran de mantequilla".
El dirigente, que llevó al equipo a su primer campeonato en casi 90 años en el 2005, diferencia dos grupos de periodistas que los cubren.
"La gente que habla pendejeras (cosas bobas o sin sentido) es la que no está todo el tiempo con el equipo", aseveró Ozzie. "Los que sí nos cubren a diario saben el tipo de persona que soy, siempre dispuesto a dar las entrevistas a todos a menos que no los conozca. A la gente no le gusta que le digan la verdad en la cara, le gusta que la engañen".
Su forma de ser tan gritona a la hora de decir lo que piensa ha hecho que lo comparen con Muhammad Alí como un bocazas, y mucha gente pronosticó que eso le traería problemas en su carrera en las mayores como dirigente.
"No tengo problemas de ser como soy", dijo Guillén seguro de sí mismo. "Estoy en Grandes Ligas por ser como soy y creo que nadie me va a cambiar. La gente me pregunta si no tengo miedo de que me boten y siempre les digo que yo estoy desesperado de que me boten para irme para Los Roques (Isla paradisíaca venezolana en el Mar Caribe). De verdad, me parece que tengo el trabajo que siempre quise y todo es muy chévere, pero si me botan mi vida será mucho mejor. Compartiré más tiempo con mi familia si eso llegara a suceder. Muchos managers se preocupan de lo que dicen los fanáticos, lo que dicen los periodistas, lo que dice el dueño y eso es simplemente falta de confianza en el trabajo que hacen y en ellos mismos".
El equipo ha sorprendido a muchos conocedores que vaticinaron que no llegarían sino en el tercero o cuarto lugar de la división detrás de Detroit, Cleveland y Minnesota, luego del rotundo fracaso del 2007.
"Creo que tenemos mejor equipo que en el 2005 (cuando ganaron las Serie Mundial a Houston) por el pitcheo de relevo, pero nos falta velocidad", analizó el Manager del Año del 2005 en la Americana. "Eso es algo que nos está haciendo daño. La ofensiva ha sido demasiado impredecible, una semana buena y dos malas. En el 2005 todos los muchachos sabían jugar a la pelota y tenían las piezas que podían hacer las cosas pequeñas. En el 2008 apenas tengo dos o tres que lo pueden hacer".
Así como ahora están de primero después de dos meses completos de temporada, todavía faltan dos tercios de la misma por jugar y esos son muchos juegos.
"Si estoy en los playoffs lo disfrutaré, pero si no estoy jugando en octubre disfrutaré de mi familia, olvidándome de todas las cosas que uno pasa aquí todos los días", afirmó Guillén. "Soy un hombre que coge las cosas poco a poco. Si estamos de primero en octubre, le doy gracias a la virgen porque para eso nos pagan y por eso trabajamos desde febrero. Nuestra meta desde el inicio de cada temporada es ir a la postemporada, pero si no se logra ya vendrá el otro año".
Pareciera que tienen las herramientas para volver al clásico otoñal, pero son muchas las cosas que pueden suceder en cuatro meses de temporada regular que faltan por jugarse.
"Tenemos el pitcheo, pero hay que recordarse que esto no es una carrera de velocidad sino un maratón", dijo el Novato del Año de la Americana en 1985, a quien finalmente se le ve sonreír luego de la debacle de la temporada anterior. "Hay que mantener a los maratonistas fuertes hasta el final. Si los peloteros pueden mantenerse fuertes física y mentalmente como están en estos momentos, no veo la razón por la cual no podamos estar en la Serie Mundial en octubre. Estamos en una división muy difícil y las cosas pueden voltearse en cualquier momento, por lo que debemos preocuparnos día a día por dar lo mejor en cada encuentro".
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