Phil Jachson tendrá a partir de ahora que demostrar que es el principal estrátega del baloncesto....Doc Rivers luce agresivo y con deseos de vencer al maestro
![Actor Jack Nicholson cheers on the Los Angeles Lakers as they face the Boston Celtics in Game 3 of the NBA basketball finals Tuesday, June 10, 2008, in Los Angeles. Mark J. Terrill / AP Photo](https://villeta.blogia.com/upload/externo-af81f087a4a2657aabc16af0c67fdeba.jpg)
Jack Nichollson
LOS ANGELES -- El segundo partido de las Finales de 2008 fue nefasto para los Lakers. Perdían por 24 con 7.55 minutos por jugar del tercer cuarto. El equipo que necesitó meramente de 15 partidos para avanzar a las Finales estaba hundiéndose en un pantano verdoso.
Boston confirmó su patrón, mostrando incomodidad ante la prosperidad, y le permitió a los Lakers descontar la ventaja. Pero fue la quinta falta personal de un ineficaz Lamar Odom cuando restaba 1.07 por jugar en el tercer cuarto lo que aceleró el descuento laker. Aprendieron un par de lecciones en ese empuje que les podría servir en el resto de las Finales.
El director técnico Phil Jackson decidió, con 8.41 minutos por jugar en el último cuarto, insertar a Vladimir Radmanovic y a Pau Gasol al partido. De esta manera, Jackson imitó el sistema popularizado por Mike D’Antoni en Phoenix: rodear un jugador interno (Gasol) con cuatro perimetrales (Derek Fisher, Kobe Bryant, Sasha Vujacic y Radmanovic).
El director técnico Doc Rivers de Boston ya tenía su cuadro chico en cancha, con Kevin Garnett, Leon Powe, James Posey, Paul Pierce y Rajon Rondo. Le tomó casi tres minutos y ocho puntos de ventaja perdidos antes de insertar a Ray Allen y sacar de cancha a Powe.
Los Ángeles continuó su avance incandescente. Cerró con una racha de 31-11 para colocarse a dos de los Celtics 104-102, con 38 segundos por jugar. En ese momento, parecía que toda la suerte de los irlandeses no prevendría un colapso memorable en el Gaahden.
Eventualmente, una falta de comunicación defensiva de los visitantes (patrón que podría ser una de las causas principales del pobre desempeño de los Lakers en estas Finales) permitió que Pierce encestara un par de tiros libres que sellaron el desenlace a favor de los anfitriones.
El insertar a Posey y a Rondo al mismo tiempo coloca dos tiradores limitados en la cancha por Boston, quienes no confían en su tiro a distancias intermedias. Con Posey hay que velar primordialmente el intento de triple. Esto le permite a Los Angeles marcar la jugada de pared y desmarque con una doble marca a un Pierce o Allen o Garnett, abandonando a Rondo y a Posey.
El resultado es una presión extrema sobre el balón y pérdidas de los Celtics. Todos saben que en el desenlace de un partido cerrado, Rivers gusta de colocar a Pierce como armador en la punta. Los Lakers cargaron contra él con dobles marcas, forzándolo a cometer tres de las cuatro pérdidas de los Celtics en la recta final, errores que le costaron 10 puntos de ventaja a Boston.
Un vistazo al sitio 82games.com te demuestra que esta alineación chica de los Lakers no es la solución de por sí. Quizás funcionó más en este caso por la tendencia de Rivers de ir con la mano ardiente y dejar en cancha a un Powe quien tuvo el partido de su joven carrera. Pero Boston se preparará para esta estratagema.
Sin embargo, el efecto importante fueron las lecciones aprendidas. Esta alineación, con la capacidad triplera de Fisher, Vujacic y Radmanovic, abre la cancha para Bryant y para jugadas de pared y desmarque entre Bryant y Gasol, sus jugadores ofensivos más creativos y capaces. "Tenemos que crear el espacio que genera la impresión correcta," dijo Jackson tras el partido, "Y eso tendrá que lograrse."
El grupo que cerró tan bien agilizó la marca, produjo puntos como resultado de su defensiva agresiva y arriesgada, y movió el balón con rapidez. Esa rapidez fue función directa del tiempo restante y de la desesperación de Los Ángeles, pero indudablemente jugaron su ofensiva más rítmica de las Finales.
Los Lakers no son los pasadores más confianzudos en media cancha, una vez la defensiva se arma en su contra. Sólo Gasol, Fisher y Bryant pasan con autoridad y eficacia, y jugadores como Radmanovic y sobre todo Odom, se arrugan cuando tienen que pasar el balón ante ese asedio de los Celtics.
Por lo tanto, no se extrañen si Jackson saca de cancha a Odom y coloca a su cuadro chico y explosivo, como una manera de hacerles recordar lo que él busca en esta serie. Boston es muy riguroso en la media cancha, y hasta ahora los Lakers no han sido capaces de superarlos en ese entorno.
Para el tercer partido, en Staples Center, con la afición apoyándolos y la familiaridad con la pista, los Lakers prometen ser otros. Más vale, porque su consigna de ahora en adelante es ganar cuatro de los próximos cinco partidos contra el campeón del Este. Como si esto fuera poco.
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