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Manuel Hernández Villeta

El doble-play es básico para poder ganar partidos, y estar en competencia en las Grandes Ligas

Dan Uggla hits a grandslam against the Phillies during 9th inning action. Jeffrey M. Boan / El Nuevo herald  Dan Uggla de los Marlins de Florida lanza una bola durante la cuarta entrada de un partido ante los Filis de Filadelfia el 11 de de junio del 2008 en Miami. Wilfredo Lee / Foto AP

MIAMI -- Aunque la defensa es clave para ganar juegos de béisbol, Hanley Ramírez y Dan Uggla le han cambiado la perspectiva a lo que se espera de dos jugadores que conformen una combinación de doble-play en un equipo de Grandes Ligas con su trabajo los últimos tres años con los Marlins de la Florida.  Antes cuando se hablaba de combinaciones de doble plays, la gente se refería principalmente a la defensiva de ambos en el terreno de juego.

 Vienen a la mente los dúos de Luis Aparicio y Nellie Fox; David Concepción y Joe Morgan; Mark Belanger y Davey Johnson; Bill Russell y Davey Lopes; Larry Bowa y Manny Trillo; Ozzie Smith y Tommy Herr; Omar Vizquel y Roberto Alomar; y Alex González y Luis Castillo, para nombrar algunos.

 

Lo mismo sucedía cuando se hablaba de los mejores campocortos hasta la década de los 90. Se discutía entre Aparicio, Concepción, Belanger, Smith y Vizquel por su gran defensiva. Pero también hubo que hablar de Cal Ripken Jr. y luego Alex Rodríguez, Derek Jeter, Nomar Garciaparra, Miguel Tejada, José Reyes y Hanley Ramírez, que destacaron más por su ofensiva que por su defensa.

 

La principal característica del dúo de Hanley y Uggla es la fuerza de sus bates, lo cual podría convertirlos en la primera pareja de infielders del medio del terreno en las mayores con 40 jonrones cada uno en una misma temporada.

 

La confianza que tenemos en nosotros mismos nos ha permitido mejorar en la ofensiva", dijo Ramírez. "Ahora conocemos mejor los lanzadores y somos más pacientes en el plato".

 

"Hanley es un pelotero con talento natural", comentó Uggla. "Yo no he cambiado mi entrenamiento en los últimos cuatro o cinco años. La diferencia es la concentración y la confianza adquirida con los años en las mayores".

 

Ambos llegaron hace tres temporadas a los Marlins, y desde entonces lo que han hecho es batear y batear, sin quitarles que también han mejorado con sus guantes a la hora de hacer los doble-plays y de ayudar a concretar victorias con jugadas clave.

 

Uggla (llegó por medio de la Regla 5) dejó muy claro que su bate lo había traído a las mayores para quedarse, con un total de 27 y 31 jonrones en sus dos primeras temporadas, y con un gran chance de pasar de 40 en el 2008 si proyectamos sus numeritos actuales (tiene 19 hasta ahora). A ello habría que sumarle las anotadas (105 y 113) y las empujadas (90 y 88) logradas en dichos años (48 remolcadas y 51 anotadas en la presente temporada).

 

Hanley, (llegó en el cambio con Boston junto a Aníbal Sánchez por Josh Beckett y Mike Lowell), fue el Novato del Año en el 2006 y de ahí en adelante ha seguido mejorando con el madero con .292 y .332 de promedio en el 06 y el 07, 17 y 29 cuadrangulares, 51 robos en cada una de dichas temporadas, 59 y 81 empujadas más 119 y 125 anotadas. Para el 2008, sus números en los dos primeros meses (.304, 15 jonrones, 32 empujadas y 55 anotadas) permiten presagiar que va a superar claramente sus marcas de jonrones, anotadas y empujadas.

 

"Dan es un gran pelotero y, al jugar juntos, nos ayudamos el uno al otro", comentó Hanley. "El bateo nuestro es natural, pero la defensa hay que trabajarla mucho porque no siempre vas a tener los batazos fáciles".

 

"Llegamos juntos a los Marlins y hemos estado trabajando duro juntos para mejorar y debemos seguir haciéndolo", agregó Uggla. "Hanley provoca que yo sea un mejor jugador y creo que yo lo ayudo a él también. Nos entendemos muy bien en el infield".

 

Por ahora parece que las marcas ofensivas de este dúo no tienen tope, y ambos han aprendido a jugar juntos, por lo que no extrañaría que así como sus bates se muestran más alegres cada día, su juego defensivo alcance un nivel más alto.

 

"Uno se fija metas altas y luego trata de alcanzarlas", dijo Uggla. "Nada me sorprende de lo que hagamos en el terreno. Creo que podemos ser tan buenos como nos propongamos ser".

 

"El staff de los Marlins (los coaches) ha sido clave en nuestro mejoramiento", agregó Hanley. "Pero creo que lo único diferente es que tenemos más confianza y estamos más tranquilos".

 

En el plato se ven mucho más maduros con paciencia ante los lanzadores, en el terreno parecen necesitar trabajar un poco más la defensiva, pero, en términos generales, la pareja conformada por Hanley y Uggla seguirá dando de qué hablar y trayendo gente a cualquiera de los estadios donde los Marlins estén jugando.

 

A partir de ahora no se hablará de los doble-plays o de los pocos errores, sino que de aquí en adelante los jonrones y las empujadas de los guardianes de la segunda almohadilla, Hanley Ramírez y Dan Uggla, serán tema obligado de conversación.

 

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