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Manuel Hernández Villeta

Las relaciones entre Ecuador y Colombia se encuentran irremediablemente congeladas

Fernando Araújo, canciller de Colombia, y María Isabel Salvador, canciller de Ecuador

De izq. a der.: Álvaro Uribe, Leonel Fernández y Hugo ChávezÁlvaro Uribe y Hugo ChávezAlfonso Cano (foto de archivo)

El gobierno ecuatoriano anunció que evaluará la posibilidad de imponer sanciones comerciales a Colombia luego de que ambos países dieran por terminados los esfuerzos por normalizar sus relaciones diplomáticas. 
La canciller de Ecuador, María Isabel Salvador, dijo que el comercio entre los dos países siguió fluyendo a pesar de la tensión política de los últimos meses, pero que "eventualmente, no descartaríamos en el futuro, si las cosas no funcionan bien, poner restricciones".
  Las declaraciones llegan luego de que Fernando Araújo, ministro de Relaciones Exteriores de Colombia, anunciara el lunes que su gobierno decidió posponer el restablecimiento de los lazos diplomáticos debido a las agresiones verbales a su país propinadas por el presidente de Ecuador, Rafael Correa.

 "Queda pospuesto porque en ese ambiente uno no puede reanudar las relaciones, en medio de insultos", señaló el canciller.

 La reacción de Ecuador no se hizo esperar. "Ellos hablan de postergar... nosotros hemos tomado la decisión de no restablecer las relaciones con Colombia", respondió su par ecuatoriana.

 Declaraciones

 

Esta semana, los dos países tenían planeado restablecer relaciones de negocios,como un primer paso para luego reanudar la diplomacia de alto nivel.

 

 

 Ellos hablan de postergar... nosotros hemos tomado la decisión de no restablecer las relaciones con Colombia.

 

María Isabel Salvador, canciller de Ecuador

Ambos gobiernos habían ordenado el retorno de sus respectivos encargados de negocios tras la crisis desatada por una incursión del Ejército colombiano en territorio ecuatoriano para atacar un campamento de las rebeldes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en marzo pasado.

 

El acuerdo había sido parte las negociaciones donde participó el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, y el Centro Carter y que finalizaría con el regreso de los embajadores.

 

Sin embargo, el proceso fue paralizado por Colombia luego de unas declaraciones dadas al periódico argentino Página/12 por el presidente ecuatoriano Rafael Correa.

 

Ante la pregunta de cuál es la situación actual con Colombia, Correa respondió:

 

"Somos los agredidos, nosotros tenemos que fijar los tiempos. Hemos dado un paso, fijar las relaciones a nivel de encargados de negocios. Tenemos una frontera muy caliente, es bueno tener comunicación fluida. Pero, para establecer relaciones completas, vamos a exigir que se aclare plenamente ese ataque".

 

"Las bombas eran norteamericanas y, de acuerdo con los informes de nuestras fuerzas armadas, no pueden haber sido arrojadas por aviones colombianos. Tres de los heridos, según informes forenses, con mucha probabilidad fueron rematados en vida. El ciudadano ecuatoriano que murió ahí fue por culatazos en el cuello y no por tiros ni por bombas".

 

Al mismo tiempo que esto ocurre, Colombia acusó a Nicaragua ante la Organización de Estados Americanos (OEA) de apoyar a "grupos terroristas", después de que el gobierno de Daniel Ortega concediera asilo a las tres mujeres sobrevivientes del ataque colombiano en Ecuador. Se considera que dos de ellas son militantes de las FARC, mientras que la tercera es una estudiante mexicana.

 

 

Lea: Colombia acusa a Nicaragua en la OEA

¿Qué hará Chávez?

 

Carlos Chirinos, corresponsal de BBC Mundo en la Región Andina, señala que este retroceso entre Colombia y Ecuador -y Nicaragua, tras la decisión de este país centroamericano de dar asilo a dos guerrilleras de las FARC- se da paradójicamente en medio de un clima de distensión de las relaciones colombo-venezolanas.

 

Venezuela también había llamado a consultas a su embajador en Bogotá tras la incursión colombiana en Ecuador, en la que resultó muerto Raúl Reyes, considerado el segundo al mando de las FARC.

 

En aquel momento, el presidente Hugo Chávez emitió fuertes críticas personales contra su par colombiano, Álvaro Uribe.

 

La incógnita ahora -explica Chirinos- es cuál será el camino que elija seguir el presidente venezolano. De ello dependerá en buena medida el futuro inmediato de la convivencia regional.

 

"Chávez puede aprovechar el mejoramiento de su relación con Uribe para ensayar una suerte de mediación o, por el contrario, desandar el progreso de las últimas semanas si opta por ponerse del lado de Ecuador y Nicaragua, a los que considera sus aliados ideológicos", explicó el corresponsal.

 

 

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