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Manuel Hernández Villeta

Los norteamericanos aceptan trabajar para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero

El primer ministro italiano Silvio Berlusconi, su colega canadiense Stephen Harper, el presidente ruso Dmitry Medvedev,el estadounidense George W. Bush, el primer ministro japonés Yasuo Fukuda, el presidente francés Nicolas Sarkozy, la canciller alemana Angela Merkel y el primer ministro británico Gordon Brown posan para la foto en el Hotel Windsor en Toyako, el martes 8 de julio del 2008. Koichi Kamoshida / Foto AP  El presidente estadounidense George W. Bush y el primer ministro japonés Yasuo Fukuda posan para la prensa el domingo 6 de julio del 2008, en la víspera de la cumbre del G8 en Toyako, Japón. AP

El presidente estadounidense George W. Bush y el primer ministro japonés Yasuo Fukuda

 

MADRID.- Por primera vez, Estados Unidos ha aceptado un compromiso global para reducir al menos a la mitad las emisiones de gases de efecto invernadero de aquí al año 2050, según informaron diplomáticos allegados a la cumbre del Grupo de los Ocho (G8) que se desarrolla en la ciudad japonesa de Toyako.

 

El presidente de EEUU, George W. Bush, aceptó que las medidas vinculantes para alcanzar ese objetivo deben formar parte de las negociaciones auspiciadas por Naciones Unidas sobre un nuevo acuerdo climático, que culminarán en una reunión en Copenhague programada para finales de 2009.

 

Según EEUU, las conversaciones llevadas a cabo sobre Medio Ambiente han sido "excelentes" y han logrado un "avance significativo", afirmó un portavoz del Gobierno estadounidense. Aún Así, un alto funcionario de EEUU ha subrayado que el éxito "sólo será posible con la determinación común de todas las economías principales"

 

El comunicado de los Ocho países más poderosos indica que "buscan compartir y adoptar" con el resto de las principales economías mundiales "la meta de lograr al menos un 50% en la reducción de gases para 2050". Deja la decisión sobre estos recortes en manos de la ONU y el proceso que debe culminar en Copenhague el año próximo para lograr un pacto internacional que sustituya al Protocolo de Kyoto.

 

Japón había impulsado con fuerza un acuerdo en esta cumbre del G8 para 2050 mientras la Unión Europea (UE) prefería fijar la más cercana de 2020, en un porcentaje equivalente (un recorte del 20%), y EEUU presionaba para implicar a economías emergentes como la India y China.

 

Dos de los dirigentes que más claramente han escenificado este desencuentro son Angela Merkel y George Bush. Sus palabras tras la filtración de este acuerdo lo dejaban claro. Mientras que la presidenta alemana aseguró sentirse "muy satisfecha con el trabajo que se ha dedicado a los documentos del G8, en lo que respecta a progresos en la cuestión del cambio climático y la cooperación en el área de la comida y el petróleo", Bush optó por no decir nada acerca de este tema.

 

 

 

Merkel y Bush plantan un árbol, durante la Cumbre. (Foto: AP)

La guerra de las cifras y la vinculación

Aún a expensas de comprobar los detalles del documento, que será dado a conocer en las próximas horas, habrá que ver de qué manera supone un avance respecto al suscrito el mes de junio de 2007 en Alemania. En aquella ocasión, como ahora, se acordó reducir drásticamente la emisión de CO2, incluso se llegó a hablar de ese 50% que sale a colación ahora y al que Estados Unidos presentó su negativa.

 

Así pues, habrá que ver si ese número es fijo y se acepta por parte de todos y si forma parte de ese compromiso internacional que deberá sustituir al protocolo de Kioto en 2012. Además, el pasado año se llegó a la conclusión de que, por esas diferencias, el acuerdo no sería vinculante, lo que motivó que desde los sectores más críticos calificaron el mismo como "ridículo e insuficiente", según un miembro de Greenpeace.

 

Según informaciones del diario japonés 'Yomiuri Shimbun', los países del G8 quieren pedir a China e India en su declaración final que empleen más energía atómica para reducir la emisión de gases de efecto invernadero. Además, pedirían a los emergentes que eliminen sus subvenciones al gasoil y otros productos derivados del petróleo para instar a sus ciudadanos y empresas a que ahorren combustible.

 

Por otra parte, en la agenda de la jornada también se incluyen otros temas de interés político y económico, comenzando por la crisis de los alimentos. Se espera igualmente que el G8 haga también un llamamiento a los los países productores de petróleo y a las naciones consumidoras para que se esfuercen en estabilizar el precio del petróleo.

 

Durante las reuniones de este martes también está previsto que se debatan las situaciones de países como Corea del Norte, Afganistán, Zimbabue y el proceso de paz en Oriente Medio.

 

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