La crisis económica sigue extremeciendo a los Estados Unidos, pero no hay salvación ala vista

 

La inflación alcanzó en junio una tasa anual de 5 por ciento, la más alta desde 1991, informó el Departamento de Trabajo. Solamente de mayo a junio, los precios de los productos subieron 1.1 por ciento, el mayor aumento mensual desde 1982, después que las fluctuaciones normales de temporada se entraron a considerar. Por su parte, el porcentaje anual del sur de la Florida fue de 5.8 por ciento, excediendo la tasa promedio nacional, y entre los más altos de las áreas metropolitanas que se estudiaron. La tasa local fue la más alta desde junio del 2006.

Nationalmente, el poder adquisitivo del consumidor cayó, toda vez que los ingresos semanales aumentaron sólo 2.8 por ciento, poco más de la mitad de la tasa de inflación, dijo el Departamento de Trabajo.

La energía y los alimentos fueron las razones principales. Los costos de transporte, entre los que se encuentra la gasolina, aumentaron 12 por ciento con relación al mismo período el año pasado, en tanto los alimentos subieron 5.2 por ciento.

La gasolina sola aumentó 33 por ciento.

Las cifras locales fueron un poco más altas que las registradas a nivel nacional: el transporte subió 12.7 por ciento, y los alimentos aumentaro 5.7 por ciento. Los costos medicos subieron 4.8 por ciento, en tanto ’’otros artículos y servicios’’, entre ellos productos derivados del tabaco, aumentaron 7 por ciento.

El aumento mensual nacional fue más alto de lo que en un principio estimó Wall Street.

Ben Bernanke, director de la Reserva Federal, declaró ayer ante el Senado que la Reserva Federal estaba preocupada por la amenaza que implica el aumento de la inflación.

Bernanke dijo que ``los riesgos de que la inflación continúe subiendo se han intensificado últimamente, a medida que los precios de la energía han contribuido a un notable aumento de la inflación’’.

Hoy está fijado que Bernanke testifique frente a un Comité de la Cámara.