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Manuel Hernández Villeta

Altos precios de alimentos agudizan hambre en el mundo

Desde la izquierda, el presidente nicaragüense Daniel Ortega, el mandatario venezolano Hugo Chávez, el presidente de Honduras Manuel Zelaya y el presidente electo de Paraguay Fernando Lugo asisten a un evento por el 29° Aniversario de la Revolución Sandinista, el sábado 19 de julio del 2008, en Managua. Esteban Félix / Foto AP  El papa Benedicto XVI saluda a los peregrinos durante la misa final de la celebración del Día Mundial de la Juventud, el domingo 20 de julio del 2008, en Sydney, Australia. Rob Griffith / Foto AP

Con una nueva propuesta europea aún por discutir en la mesa de negociaciones, los ministros de comercio de unos 30 países arrancaron este lunes en Ginebra las negociaciones tendientes a intentar rescatar la Ronda de Doha.

 

 

Como en ocasiones anteriores, los altos funcionarios tratarán de llegar a un acuerdo sobre el comercio mundial tras el lanzamiento de las negociaciones promovidas por la Organización Mundial del Comercio (OMC) en 2001.

 

 OPINE: ¿Acuerdo posible?

 Es casi imposible un acuerdo en el que los países pobres salgamos ganando, pues los más poderosos tienen todo preparado para ellos (...).

 

Eduardo López, México

 

 

Las conversaciones de este lunes se iniciaron con la propuesta que hizo la Unión Europea (UE) de reducir sus aranceles agrícolas en 60%.

 

 

De acuerdo con el comisionado de comercio de la UE, Peter Mandelson, ésa es la mejor oferta hecha por Bruselas en torno al crucial tema agrícola.

 

Mandelson hizo un llamado a las economías emergentes como Brasil, India y China para que a su vez respondan a la oferta con la rebaja de sus aranceles industriales.

 

"Reciprocidad"

 

Entretanto, la negociadora de Estados Unidos, Susan Schwab, prometió que ayudaría al éxito de las negociaciones si las naciones emergentes hacen un aporte.

 

"Cuando se trata de negociaciones comerciales, la principal contribución tiene que venir de la liberalización de los mercados más que del lado de los subsidios", señaló.

 

Anteriormente la UE había ofrecido reducir los aranceles agrícolas en 54%. Conversaciones previas han fracasado porque no se ha llegado a un acuerdo sobre el tema de los subsidios agrícolas, de los aranceles y de hasta qué punto el comercio en los servicios debe ser liberalizado.

 

Luego de siete años de negociaciones, la reunión de esta semana se ve como la última oportunidad de salvar un acuerdo de libre comercio mundial antes de que llegue un nuevo presidente a Estados Unidos y -de nuevo- cambien las reglas del juego.

 

El objetivo de las conversaciones de la Ronda de Doha es facilitar el comercio global e impulsar el crecimiento de la economía global que, según la OMC, podría ser de unos US$100.000 millones al año.

 

Sin embargo, el clima político y económico no parece el mejor: la crisis global generada por la altos precios del petróleo, al escasez de alimentos y los problemas financieros en los países en desarrollo, ha hecho que muchos sectores en EE.UU. y Europa estén pidiendo más, no menos, subsidios.

 

Y ese es uno de los puntos más álgidos.

 

 

Lea: Banano: ceder o no ceder

Indignación

 

A pesar de años de negociaciones, los intentos anteriores de lograr un acuerdo que ayude a los países en desarrollo han fracasado.

 

Los puntos de inflexión han sido la extensión de los recortes a los subsidios agrícolas y el alcance de la liberalización de los servicios comerciales, incluidos los bancarios.

 

  Si no se llega a un acuerdo esta semana, las conversaciones no podrán proseguir hasta después de las elecciones presidenciales en Estados Unidos,

 

David Loyn, BBC Ginebra

Muchos recuerdan lo ocurrido en 2003 en Cancún, México, donde los países en desarrollo -liderados por Brasil e India- se levantaron indignados de la mesa de negociación, por la falta de voluntad política de los países ricos en ceder en el tema de subsidios agrícolas.

 

El corresponsal de la BBC en Ginebra, David Loyn, señaló que, si no se llega a un acuerdo esta semana, las conversaciones no podrán proseguir hasta después de las elecciones presidenciales en Estados Unidos, que tendrán lugar en noviembre.

 

Diversos funcionarios estadounidenses han manifestado su preocupación porque no se llegue a un acuerdo antes de que el presidente George W. Bush deje la Casa Blanca, en enero de 2009.

 

Aunque John McCain -virtual candidato republicano- favorece los tratados de libre comercio, su contraparte demócrata, Barack Obama, ha expresado dudas sobre este tipo de acuerdos, e incluso a insinuado que le gustaría reformar el tratado que existe con México y Canadá.

 

 

"La gran oportunidad"

 

La negociadora de Estados Unidos ha dicho que el histórico acuerdo es "posible".

 

 

Mandelson instó a las economías emergentes a que reduzcan sus tarifas industriales.

 

Por su parte, el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, ha señalado que quizás estas conversaciones sean "la última gran oportunidad" de lograr un convenio.

 

También las economías emergentes, como China, India y Brasil, están bajo una gran presión para llegar a un consenso antes de fin de año.

 

Sin embargo, algunos críticos temen que el acuerdo pase por alto importantes distorsiones y desigualdades en las relaciones comerciales entre los países más ricos y los más pobres.

 

El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, dijo que tiene la esperanza de que se logre un tratado que pueda dar a las "naciones pobres mejores oportunidades en el comercio internacional".

 

Escollos políticos

 

Bajo el auspicio de la OMC, los funcionarios analizarán borradores sobre agricultura y bienes no agrícolas.

 

Los expertos señalan que los escollos a salvar son ahora esencialmente políticos, más que técnicos.

 

Varias naciones europeas, como Francia e Irlanda, han advertido que la Unión Europea (UE) está cediendo demasiado terreno en negociaciones sobre los recortes a los subsidios agrícolas que pretenden los países en desarrollo.

 

A la vez, la UE y Estados Unidos están frustrados por el lento progreso en los esfuerzos por abrir los mercados extranjeros a los negocios de servicios y de productos intangibles como los seguros.

 

Nuestro corresponsal en Ginebra señala que "la arquitectura del comercio mundial ha cambiado desde que esta ronda de conversaciones sobre el comercio empezara siete años atrás".

 

Loyn agrega que los países emergentes quieren que los países desarrollados recorten los subsidios agrícolas, "pero se les pide que a cambio abran sus mercados a los bienes extranjeros".

 

 

 

El aumento de los precios de los alimentos agudizó el hambre en el mundo, aseveró hoy el director general de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), Jacques Diouf.

 

Diouf lamentó el incumplimiento de las promesas de ayuda financiera a la agricultura por parte de las instituciones bancarias internacionales y entes oficiales. Este respaldo lejos de incrementarse se redujo en un 58 por ciento, dijo.

 

 

El número de hambrientos en el mundo aumentó en 50 millones y podría ascender en el año en curso, aseveró Diouf en una conferencia magistral impartida en el Aula Magna de Universidad de La Habana.

 

 

Tras meses de crisis alimentaria los países recurrieron a sus reservas presupuestarias y los hogares a sus ahorros, y a falta de esas fuentes de amortiguación pasarán hambre muchas más personas, alertó el director de la FAO.

 

 

Los países más vulnerables económicamente deberán asumir los elevados precios de las importaciones, combustibles, semillas y fertilizantes, y no se beneficiarán del alza de los precios de los productos, subrayó Diouf.

 

 

En 57 naciones se han adoptados medidas, pero esto es sólo un punto de partida, la situación cambiará cuando crezca la voluntad política de los gobiernos, los cuales deberán trazar estrategias para duplicar la producción.

 

 

Los esfuerzos deben encaminarse a un mejor aprovechamiento de las tierras cultivables que poseen los países y que los adelantos científicos contribuyan a mejorar todo lo relacionado con la genética, el agua y otros insumos necesarios, recalcó el director de la FAO.

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