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Manuel Hernández Villeta

Markus Burghardt (Columbia) gana la etapa 18; una mala estrategia hace perder a Carlos Barredo.......Carlos Evans sigue siendo el favorito

 

Carlos Sastre. (AP)Cadel Evans (AP)

Marcus Burghardt, del Columbia, ganó en Saint-Étienne...Carlos Barredo muestra su decepción en Saint Etienne.....Carlos Sastre, Carl Evan, los favoritos

SAINT ETIENNE.- Con la aritmética en la mano, Cadel Evans es el favorito frente a Carlos Sastre, del que le separan 1:34 minutos. Sin embargo, mucho ilustres seguidores del Tour apuestan por el escalador español, confiando en sus fuerzas.

 El último verdugo de Evans en una situación casi idéntica fue Alberto Contador, que el año pasado también afrontó la última cronometrada con el amarillo en las espaldas y la amenaza de Evans. "No sé si el amarillo me dio alas, pero al final me dolían mucho las piernas y resistí", asegura el de Pinto, que en esta ocasión ve las cosas "al 50 por ciento".

"Evans es más especialista que Sastre, pero no está tan fuerte. En la última contrarreloj importa más la fuerza que la técnica. Lo que Evans gana como especialista lo pierde en fatiga", asegura el madrileño.

 

 

"Todo es posible", asegura el director de Sastre, Bjarne Riis, que considera que con más de 3.300 kilómetros en las piernas ganará el que haya reservado más energía. "Al final del Tour nadie puede decir que rendimiento tendrá cada corredor. Carlos está confiado, tranquilo, controla la situación. Lo que pase el sábado,...", deja inacabada la frase el director danés del CSC.

 

Miguel Indurain, ganador de cinco Tours, no se decanta por un favorito, pero coincide en que al final de una prueba tan larga "tiene ventaja el que está más fuerte". El francés Bernard Hinault, otro pentacampeón de la carrera, sin embargo, apuesta sin dudas por Evans: "La ventaja de Sastre no es suficiente".

 

Pedro Delgado no comparte esa opinión. "Sastre lo tiene mejor que nadie, es más favorito que Evans. Además, es una contrarreloj de fuerzas, en eso se tiene que apoyar Carlos", asegura el de Segovia, quien no considera válidas las referencias de la primera cronometrada, porque "a Cadel Evans le pesa un poco la última crono, que suele hacer peor que la primera".

 

Algo similar opina el patrón del Caisse d’Epargne, Eusebio Unzue, para quien la demostración de Sastre en el Alpe d’Huez merece que se le otorgue el beneficio de la duda: "Hace unos día hubiera apostado sin dudas por Evans con esa ventaja. Tras ver la etapa de Alpe d’Huez ya no me atrevo a apostar".

 

El director del Euskaltel, Igor González de Galdeano, también considera que Sastre sale con ventaja porque "en la última contrarreloj cuentan más las fuerzas" y porque el australiano "es el que tiene que desbancar y eso genera nerviosismo". "La situación es ajustada pero a favor de Sastre. Ha demostrado que está fuerte y en la última crono eso es vital", dice.

 

Los ciclistas españoles opinan con el corazón

Entre los ciclistas españoles en activo, el corazón está con Sastre, pero la cabeza les hace tener dudas. José Iván Gutiérrez, cuatro veces campeón de España contrarreloj, considera la ventaja de Sastre "pequeña" y otorga a Evans un "65 por ciento" de posibilidades de adjudicarse el Tour, "aunque tal y como le vi en Alpe d’Huez significa que está fuerte y a estas alturas todos los que disputan la general están ya justos de fuerzas", asegura el de Caisse d’Epargne.

 

El actual campeón de España de la disciplina, Luis León Sánchez, también cree que la contrarreloj es "favorable a Evans", pero no descarta que Sastre aguante dada la ventaja que maneja. "Carlos está muy motivado y Evans no tanto, por lo que puede suceder cualquier cosa", afirma.

 

Samuel Sánchez se agarra al tópico de que "el maillot amarillo da alas" para abrir la puerta a una victoria del español, aunque en el análisis cree que la cosa está "un pelín a favor de Evans".

 

A Carlos Barredo, segundo en la etapa de Saint-Etienne, le hubiera gustado que Sastre saliera con medio minuto más de ventaja, pero considera que el madrileño afincado en Ávila ha progresado mucho en la disciplina y eso le puede abrir la puerta del triunfo en París.

 

 

 

El asturiano Carlos Barredo (Quick Step) intentó la quinta victoria española de este Tour a lo largo de la 18ª etapa. Se metió en la escapada buena y llegó con tres minutos y medio de ventaja sobre los perseguidores más inmediatos, pero con un único ’cliente’ demasiado poderoso al sprint. Y el alemán Markus Burghardt (Columbia) atrapó el triunfo.

La potencia de Burghardt y su corpulencia (1,89) no vinieron mal para acrecentar con rapidez la ventaja y consolidar la escapada, pero el desenlace no ofreció la sorpresa de un triunfo de Barredo (1,77), un corredor que ha asomado varias veces su dorsal en estas casi tres semanas de recorrido y que completó una magnífica etapa sin el premio del éxito.

A su equipo Quick Step le dolería salir del Tour con el casillero a cero. Le quedan dos días para inaugurarlo. En cambio, el conjunto de Burghardt sonríe con su quinto triunfo de etapa, tras las cuatro del retirado Mark Cavendish.

En el pelotón, Carlos Sastre, disfrutó de su estrenado maillot amarillo en una jornada que podía encerrar trampa por la ubicación de un puerto de segunda a 40 kilómetros de la meta y otro de cuarta muy cerca de Sain Etienne, pero que fue la más tranquila que se recuerda. Un día menos para el gran combate de los jefes, previsto para el sábado en la contrarreloj de Cérilly.

No hubo atisbo de pelea fuera de los dos buscadores de fortuna y los otros tres contraatacantes (Mikel Astarloza, Christophe Le Mevel y Roman Feillu). En la tachuela final se despegaron por delante del grupo la joven promesa checa Roman Kreuziger, 13º de la general, a quien siguió con celo de marcaje el ’hermanísimo’ de Frank, Andy Schleck, junto con Samuel Dumoulin y Cyril Dessel.

Estos cinco arañaron unos pocos segundos al grupo del líder, nada trascendente. Astarloza, consiguió enjugar tres de los minutos perdidos en los Alpes para saltar de la 23ª a la 15ª posición de la general. Tampoco nada de otro jueves.

En el ciclismo siempre acecha el peligro. Una etapa sosa puede convertirse en tortura. La que vivió el Lampre por una caída de Damiano Cunego, último de la etapa, a 20 minugos de Burghardt y gracias al apoyo de cuatro compañeros de equipo que intentaron aminorar su sufrimiento.

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