Blogia
Manuel Hernández Villeta

Vista de los daños causados en el poblado de Santa Cruz del Sur, provincia de Camaguey (Cuba) hoy, 9 de noviembre del 2008, tras el paso del huracán  HAB11- SANTA CRUZ DEL SUR (CUBA), 9/11/08.- Vista de los daños causados en el poblado de Santa Cruz del Sur, provincia de Camaguey (Cuba) hoy, 9 de noviembre del 2008, tras el paso del huracán

Desgracia en Cuba: Paloma ataca

Miles de cubanos regresaron el lunes a casas demolidas por el huracán Paloma, cuya fuerza se estaba disipando en la costa norte del país, luego de arrasar con pueblos pesqueros, arrancar techos de fábricas y destruir caminos.

El gobierno reportó que nadie murió por paso del meteoro.

El poblado costero de Santa Cruz del Sur fue dañado gravemente luego que Paloma lo azotó directamente como huracán de categoría 4 el sábado por la noche. Olas de tres metros (10 pies) de altura arrastraron con casas de madera, dejando un reguero de muebles destrozados y pertenencias personales flotando en la marea.

El Nacional de Huracanes de Estados Unidos dijo que los restos de Paloma, reducida tormenta tropical, se desplazaban por el norte de la costa central de Cuba.

Los primeros informes sobre daños fueron limitados, pero la prensa estatal de Cuba dijo que el huracán, uno de los últimos de la temporada, derribó una importante torre de comunicaciones en la costa sur, interrumpiendo servicios de electricidad y telefónicos, además de enviar oleajes que avanzaron hasta 1.500 metros (una milla) tierra adentro.

Santa Cruz del Sur, por donde pasó el vórtice del huracán, fue una de las áreas más castigadas a nivel nacional. En una gira por la zona el vicepresidente José Ramón Machado Ventura dijo que en otros lugares también hay daños, "pero aquí el daño es mayor".

El escenario era desolador. La mayoría de las casas se convirtieron en una mezcla de madera y fango, mezclados con ropa, mesas, sillas, ventiladores y las pertenencias de los habitantes conseguidas tras años de trabajo.

Javier Ramos reconstruyó su hogar, una casa sencilla de madera, luego que el huracán Ike la destruyó a comienzos de septiembre. Ahora Paloma destruyó su vivienda otra vez.

"Al menos estamos vivos", dijo Ramos. "Pero mi esposa todavía no ha visto esto. No sé cómo va a reaccionar. va a ser terrible".

A Yulaidi Alcalá, oficinista de 22 años, sólo le quedaban un par de bombillas que tenía en la mano y la ropa que llevaba puesta. "El dolor es tan grande, he llorado tanto; lo perdí todo, todo. No sé qué pensar, sólo vivir con la esperanza de que alguien nos ayude, el gobierno lo espero", afirmó.

Para Juan Carlos Estrada, de 33 años, el desastre tiene una explicación: "Las construcciones no son sólidas, eso no da más. La historia se repite, ¡qué fatalidad!".

"Aquí no se puede construir más creo yo, vamos a ver ahora qué pasa con los que perdimos todo aquí, porque hay gente albergada desde el ciclón Dennis en 2005", agregó Estrada.

Los daños a la red eléctrica fueron muy inferiores a los causados por los huracanes Gustav e Ike a fines de agosto y comienzos de septiembre, informó el domingo Vicente de la O, de la empresa nacional de electricidad de Cuba, a la emisora estatal de televisión.

En Camagüey, una provincia del centro-este de Cuba, más de 220.000 personas evacuaron las zonas bajas. Otras 170.000 fueron llevadas a la provincia oriental de Las Tunas.

 

0 comentarios