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Manuel Hernández Villeta

Comentario Nacional de Manuel Hernández Villeta.....La Historia está enlazada de aves de paso...Líderes de cartón desaparecen sobre la marcha

 

  

 

El liderazgo político es dinámico. No se trata de la pieza congelada de un museo. Un líder responde a circunstancias muy específicas, a un momento determinado. Si dejó pasar ese momento, puede seguir siendo  un líder, o una pieza de museo. Esa misma coyuntura es que lo va determinar.

  Por razones inmediatistas usted no puede dejar a un lado responsabilidades de líder, y pasar no a la retaguardia, sino a un terreno imparcial. Para bien o para mal, el líder no ceja senda en su camino, y si se aparta, otro, u otros, van a seguir el sendero.

  El líder, si tiene ese categoría y no pasa de ser un mero dirigente, tiene sobre sus hombros el devenir de una serie de personas, que pueden ser más o menos, pero que de sus orientaciones superviven.

  Lo que es más importante, es que la mayoría de las personas pueden seguir a un líder con el cual públicamente no tengan relación, y con el cual no exterioricen simpatías. El liderazgo es para mover conciencia, y motivar a las masas. 

 De ahí que lo primero que cualquier persona que se considere dirigente, lider de primera línea debe tener en cuenta, es que no puede encartuchar su liderazgo, sino que siempre debe estar en primera fila.

  No es la cara bonita, o la voz aflautada de una persona que le da categoría de dirigente, sino que él sepa encarnar y sintetizar los deseos y necesidades de una mayoría que le apoya.

  Si ese dirigente no sabe y no responde a ese momento, pasará a ser un simple mandadero en el accionar político.

 Lo malo, es que en ocasiones peones con más alto tamaño que los demás piezas movibles, tratan de poner la capa de rey, que le queda muy ancha para sus hombros. 

La historia está hecha de aves de paso, que creyeron tener fuerzas para remontar los aires, y se estrellaron en la tierra. Icaro es el mejor ejemplo. Para usted demostrar sus ideas, y para testificar que es un dirigente, fundamentalmente tiene que emprender las jornadas del día a día y los planes a largo plazo. 

Son las condiciones económicas, políticas, sociales, los hechos diarios de un país, de un pueblo, los que pueden marcar su sendero relucha. El dirigente no mueve a las masas de acuerdo a su capricho vacuo, sino que las masas se mueven de acuerdo a las circunstancias y a sus propios sortilegios. 

Los liderazgos heredados duran poco. Los que los guardan en una gaveta, para esperar mejor momento para ponerse el traje se esfuman. Líder es el que sale de frente a los acontecimientos, y corre el riesgo y peligro de perecer, si así lo determinan las circunstancias. 

Las circunstancias dominicanas han lanzado hombres para encabezar procesos sociales, pero casi todos se han quedado a medio camino y se han derretido, porque desconocían cuál era su papel ante los acontecimientos y las coyunturas.

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