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Manuel Hernández Villeta

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Una escena del debate entre los candidatos presidenciales: a la izquierda el demócrata Barack Obama y a la derecha el republicano John McCain. En el medio el moderador Bob Schieffer. El debate se llevó a cabo el miércoles 15 de octubre del 2008 en la Universidad Hofstra en Hempstead, Long Island, estado de Nueva York Ron Edmonds / AP Foto  Dos personas pasan en Tokio frente a un tablero que muestra la caída en la bolsa de Japón el jueves 16 de octubre del 2008. El índice Nikkei 225 se desplomó más de 11% en su peor jornada desde 1987. Katsumi Kasahara / Foto AP

 

La crisis económica sin soluciones

España.-La crisis financiera actual demuestra que "la fiebre por reducir cada vez más el papel del Estado no funciona", por lo que es necesaria una reforma internacional que la UE va a liderar. España debe aportar su contribución a los esfuerzos para lograr esa reforma, empezando por la cumbre internacional que ha de celebrarse antes de fin de año para sentar las nuevas bases del capitalismo. Así lo cree el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, y también el primer ministro británico, Gordon Brown, que ha defendido la presencia de España en estos esfuerzos internacionales.En su comparecencia al término del Consejo Europeo celebrado en Bruselas, Zapatero ha destacado que el tema fundamental de la reunión ha sido la crisis financiera internacional y los planes para reformar un sistema que nos ha llevado a la situación actual, en especial el que ayer presentó Brown para refundar el capitalismo y dotar a los mercados de una regulación que evite desastres como el actual. Zapatero ha resumido que "la fiebre por reducir cada vez más el papel del Estado no funciona", por lo que ha defendido la necesidad de una reforma financiera que dote de "límites" a los mercados, en especial los financieros. "La UE debe ser líder, referente, esperanza para una reforma del sistema financiero internacional que es esencial no sólo para el futuro sino para el presente", ha dicho. Tanto "para dar seguridad y un nuevo marco" a los actores financieros y económicos como para dar esa seguridad a los ciudadanos. España, en la próxima cumbre España debe participar en esos esfuerzos, cree Zapatero, opinión que cuenta con el respaldo de Gordon Brown. El premier británico ha recalcado tras el encuentro de Bruselas que España debe estar representada en la cumbre que los líderes de las principales economías mundiales celebrarán antes de final de año para definir los principios de la reforma financiera internacional. "España es una economía grande", ha dicho Brown, y Zapatero está presentando "algunas ideas muy interesantes" sobre la orientación de esa reforma. El problema es que esa cita aún no tiene formato: si es el del G-8 (países ricos) o el del G-20 (países emergentes), España no estaría representada. No obstante, ya se vislumbra que será una reunión abierta. Zapatero ha destacado que el primer paso de ese esfuerzo reformador se verá este fin de semana, cuando el presidente francés y de turno de la UE, Nicolas Sarkozy, que se ha mostrado especialmente duro en sus críticas al sistema durante esta cumbre, y el presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso, viajarán a EE UU para preparar esa cumbre de refundación del capitalismo con el presidente George W. Bush. Ha destacado la necesidad de afrontar esa reforma porque, a su juicio, ha quedado demostrado que "la fiebre por reducir cada vez más el papel del Estado no funciona" y que los mercados, en especial los financieros, deben funcionar dentro de unos "límites". Ayudas a la economía real Más allá de la crisis financiera y el socorro prometido a la banca, los Veintisiete han reafirmado así su apoyo "a la industria europea", que empieza a sufrir ya las consecuencias de la brusca desaceleración o recesión en algunos casos. En este sentido, la presidencia de turno francesa ha propuesto un añadido a las conclusiones de la cumbre en el que los gobernantes se declaran "determinados a tomar las medidas necesarias para reaccionar a la ralentización de la demanda y a la contracción de la inversión, y en particular para apoyar a la industria europea". Zapatero ha explicado que los líderes europeos son "conscientes del contexto económico que la crisis financiera provoca: la actividad se reduce y el paro aumenta". En este sentido, ha explicado que el párrafo añadido por la presidencia francesa dice que la Comisión presentará medidas de apoyo al sector industrial en el próximo Consejo de diciembre. Los bancos británicos podrán repartir dividendos Los tres bancos británicos que se acogieron esta semana al plan de rescate del Gobierno del Reino Unido podrían volver a dar dividendos antes del período de cinco años exigido en un principio en el acuerdo. "Si alguien viene con una forma mejor de llevar a cabo el plan, por supuesto que lo escucharemos", afirmó anoche el ministro de Economía, Alistair Darling, en unas declaraciones a la BBC. De este modo, Darling respondía a la creciente preocupación del sector bancario de que la prohibición a los bancos ayudados con fondos públicos de dar dividendos durante cinco años haga caer su cotización en Bolsa, lo que implicaría que sus accionistas no acudirían a las ampliaciones de capital previstas y el Gobierno tendría que asumir la totalidad de los nuevos títulos emitidos. El Gobierno británico se convertirá en el mayor accionista del Royal Bank of Scotland (RBS) y del grupo resultante de la fusión entre el Lloyds TSB y el Halifax Bank of Scotland (HBOS) tras comprometer hasta 37.000 millones de libras (47.584 millones de euros).

Dos inversionistas de una firma de bolsa en Hong Kong aparecen durante la sesión en que el mercado perdió casi 5% luego de bajar hasta ocho puntos porcentuales el jueves 16 de octubre del 2008. Vincent Yu / Foto AP  El vicepresidente estadounidense Dick Cheney sale del Hospital de la Universidad George Washington, el miércoles 15 de octubre del 2008, en Washington. Cheney fue atendido sin complicaciones por una arritmia cardiaca. Evan Vucci / Foto AP

Después de una jornada negra en Wall Street, que registró el miércoles su mayor pérdida (7,87%) desde el crack de 1987, hoy la Bolsa de Nueva York se ha dado un respiro y ha recuperado parte de lo perdido el día anterior al cerrar con un alza del 4,61% en el Dow Jones, tras una sesión muy volátil en la que el precio del barril de petróleo de Texas cerró por debajo de los 70 dólares, algo que no ocurría desde agosto de 2007.

Según los datos disponibles al cierre, el Dow Jones subió 395,69 puntos (4,61%) y se situó en 8.973,6 unidades, después de haber retrocedido un 4,43% en las primeras horas de negociación en el parqué neoyorquino. El mercado Nasdaq, donde cotizan numerosas empresas de tecnología e Internet, avanzó 89,38 puntos (5,49%) y se situó en 1.717,71 unidades, mientras que el selectivo S&P 500 ganó 37,56 puntos (4,14%), hasta las 945,4 unidades.

Tras el efecto balsámico de las medidas aprobadas por la UE y EE UU que dieron un respiro a los parqués en las dos primeras jornadas de la semana, los mercados europeos se han sumergido en las pérdidas por segundo día consecutivo. Así, tras el desplome de anoche en Tokio y el nuevo batacazo del miércoles de Wall Street y Europa, las principales plazas europeas siguen sucumbiendo al temor de los efectos de la crisis en la economía real.

En este contexto, el Ibex 35 ha perdido un 4,11%, la novena peor caída del año, para quedarse en 9.308,20 puntos. Todos los grandes valores del mercado bajaron: Iberdrola, el 6,48%; Banco Santander, el 6,47%; BBVA, el 6,29%; Repsol, el 3,98% y Telefónica, el 3,57%.

Los mercados europeos han abierto con fuertes pérdidas del orden del 5-6 % para moderarse a media sesión, sin entrar en ganancias, y volver a las pérdidas del inicio de la jornada al cierre, influidas por la evolución negativa de Wall Street. El CAC-40 de París ha perdido un 5,92% en una segunda jornada de pérdidas que compensan las ganancias de los primeros días de la semana. El DAX de Francfort ha perdido un 4,91%, el Eurostoxx un 6,80% y el FTSE de Londres se dejaba un 6,26%. En esa misma línea, el Mib de Milán ha perdido al cierre un 6,78%.

En Europa, las malas perspectivas económicas se han sumado a la intervención de UBS,el banco europeo más golpeado por la crisis financiera internacional, que ha alcanzado un acuerdo con el Banco Nacional de Suiza para transferir 60.000 millones de activos sin liquidez de su balance a un fondo separados.

El Euríbor baja

Frente a la depreciación de los mercados bursátiles, la bajada del Euríbor sí podría tener efectos beneficiosos para la reactivación económica. El índice hipotecario más usado en España ha mantenido hoy su tendencia ala baja a buen ritmo y ha caído hasta niveles de julio de 2007, un mes antes del estallido a nivel internacional de la crisis hipotecaria en EE UU, con lo que ha cerrado la sesión en el 5,248%. Esta rebaja recorta la media mensual de octubre hasta el 5,444%. El euro, por su parte su parte, recuperaba posiciones frente al dólar y se situaba en 1,3406 dólares.

Otra buena noticia para el bolsillo del consumidor pero que no ha logrado frenarlas pérdidas de la Bolsa es el descenso del barril de petróleo, que ha marcado su mínimo de los últimos 19 meses. El Brent, el crudo de referencia en Europa, ha descendido hasta los 65,60 dólares, el nivel más bajo desde mayo, ante el frenazo económico, que incidirá a la baja en el consumo. Antes del inicio de la sesión en Europa, el índice Nikkei de la Bolsa de Tokio ha dado la primera señal de alarma del día al desplomarse un 11,4%, su mayor caída en un solo día desde la crisis financiera de 1987. En concreto, el índice de Japón ha cerrado la sesión en los 8.458,45 puntos después de haber perdido 1.089,02 enteros

 

 

Una modelo es fotografiada hoy, 14 de octubre de 2008, tras bastidores, previo al show D'amore by Marceau que se presentará en la Semana de la Moda de Los Ángeles, California (EE.UU.). EFE/SEAN MASTERSON  El candidato presidencial republicano, John McCain, y su esposa Cindy McCain, derecha, a su llegada a la Universidad del Condado de Montgomery en Blue Bell, Pensilvania, el 14 de octubre del 2008. Carolyn Kaster / Foto AP

El candidato presidencial demócrata, el senador Barack Obama, derecha, saluda a varios empleados de la fábrica Toledo Machining Plant en Perrysburg, Ohio, el martes, 14 de octubre del 2008. Jae C. Hong / Foto AP  

El bloque europeo enfrenta a los Estados Unidos

Los ocho países más industrializados del planeta, que forman el G-8, han decidido convocar una reunión de urgencia en "un futuro cercano" para abordar la grave crisis que atraviesan las bolsas de todo el mundo y discutir sobre una posible reforma global de los mercados financieros.

 

En la reunión, que se producirá "en el momento apropiado, en un futuro cercano", se dará cabida a otras naciones clave en la recuperación de la economía mundial, y tendrá por objeto "elaborar un programa de reformas apropiadas para afrontar los desafíos del siglo XXI".

 

En un comunicado conjunto difundido este miércoles por la Casa Blanca, los líderes de Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón, Rusia, Reino Unido y Estados Unidos, junto al presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, han mostrado su compromiso de resolver juntos la crisis y restaurar la confianza de los inversores. "Vamos a ejercer nuestra responsabilidad compartida para resolver la crisis actual, fortalecer las instituciones financieras, restaurar la confianza en el sistema financiero y proveer un sustento económico solido para nuestros ciudadanos y negocios", señala el documento.

 

"Confiamos en que, trabajando juntos, afrontaremos los desafíos actuales y devolveremos a nuestras economías a la estabilidad y la prosperidad", detallan los mandatarios.

 

El G-8 apoya, por otro lado, el plan de acción que aprobaron el pasado fin de semana los ministros de finanzas del G-7, y que fue respaldado por el Fondo Monetario Internacional (FMI). Este plan va dirigido a fortalecer los fondos propios de las entidades financieras con problemas, devolver la liquidez a los mercados de crédito, restaurar los mercados secundarios donde se negocian los títulos con garantías hipotecarias y proteger a los inversores y ahorradores. Igualmente, el G-8 se ha comprometido a ayudar a las economías emergentes a mitigar los efectos adversos de esta crisis, con el apoyo del FMI.

 

El comunicado se ha emitido horas después de que Nicolas Sarkozy, presidente de turno de la Unión Europea, pidiera más control sobre las operaciones financieras en la cumbre que han mantenido este miércoles los Veintisiete. "Propongo un sistema muy simple, que ninguna institución financiera escape a la supervisión y a la regulación", ha reclamado el presidente francés, que ha animado a los líderes de la UE a tomar medidas urgentes contra los hedge fundsy los paraísos fiscales, como parte de los esfuerzos para regular mejor el sistema financiero mundial.

 

 

Vista de una ventana de una sucursal del banco Sovereign en Boston, el martes 30 de septiembre del 2008. Lisa Poole / Foto AP  El presidente George W. Bush anuncia un plan de 250.000 millones de dólares para la compra de acciones bancarias por parte del gobierno, el martes 14 de octubre de 2008 en el rosedal de la Casa Blanca, en Washington. Susan Walsh / Foto AP

La crisis económica no tiene quien la pare

Wall Street descendía nuevamente el miércoles después que un informe económico daba nueva evidencia de que un obstinado congelamiento en los mercados crediticios desde el mes pasado ha debilitado a la economía más allá del sector bancario.

 

El Promedio Industrial Dow Jones cayó nuevamente el miércoles 515 puntos, devolviendo en buena medida su avance de 936 puntos del lunes, y los demás índices operaban en baja de por lo menos 5%.

El informe oficial de que las ventas minoristas cayeron en septiembre en un 1.2%, casi el doble del 0.7% pronosticado, demostró que los consumidores difícilmente abrirán sus billeteras en los próximos meses.

El informe del Departamento de Comercio es preocupante por el gasto del consumidor constituye más de los dos tercios de la actividad económica de Estados Unidos. El indicador se presenta en momentos en que Wall Street comienza a centrar su atención en la economía después de los denodados esfuerzos del gobierno para revivir los alicaídos mercados crediticios.

"Aunque es probable que el sector bancario regrese a la normalidad, la economía aún no lo hace. La economía continúa enfrentando una serie de otros problemas", comentó Doug Roberts, jefe de inversiones de la firma ChannelCapitalResearch.com. "Aún seguimos en un viaje dificultoso", agregó.

El presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, ofreció un panorama similar, advirtiendo el miércoles en un discurso que al parchar los mercados crediticios no se le dará un impulso instantáneo a la economía.

A media tarde, el Promedio Industrial Dow Jones perdía 495.01, equivalente al 5.32%, a 8,815.98 después de caer más de 515 puntos.

Los indicadores generales también bajaban. El Standard & Poor's 500 perdía 63.36 puntos, equivalente al 6.35%, a 934.65, mientras que el índice compuesto Nasdaq declinaba 97.12, un 5.46%, a 1,681.89 puntos.

En otro informe económico del gobierno, el Departamento del Trabajo dijo que el índice de precios al producto, que mide el nivel de inflación antes de llegar al consumidor, bajó 0.4% en septiembre, a causa del bajo costo energético. El descenso coincidió con el pronóstico de los analistas.

El crudo dulce ligero bajaba 3.88 dólares el barril a $75.07 en la Bolsa Mercantil de Nueva York. El dólar se devaluaba con respecto a otras importantes monedas.

Las acciones a la baja superaban los papeles en alza en una proporción de 6 a 1 en la Bolsa de Valores de Nueva York, donde el volumen era de 811.2 millones de acciones.

El índice Russell 2000, de pequeñas empresas, perdía 34.04, equivalente 6.14%, a 520.61.

Los mercados de Asia: el índice Hang Seng de Hong Kong perdió casi 5% después de haber subido 13% en dos sesiones previas. Las bolsas de Australia, Corea del Sur, China, India y Singapur también cayeron. El índice Nikkei 225 de Japón, sin embargo, subió 1.1%.

En Europa, el índice FTSE de Gran Bretaña bajó 7.08%, el DAX de Alemania también perdió 6.49%, y el CAC-40 de Francia declinaba 6.82%.

Un inversor se lamenta en el parqué neoyorquino. (Foto: AFP)

La caída de la bolsa de valores es indetenible

MADRID.- Baño de realidad en las Bolsas. La esperanza de una recuperación bursátil se ha roto con una nueva caída histórica de Wall Street, donde el Dow Jones su principal indicador, se ha precipitado un 7,87%, el mayor descenso en más de treinta años. Las fuertes ganancias cosechadas desde que comenzó la semana también se esfumaban en Europa. Las Bolsas del continente protagonizaron desplomes ante el miedo por el impacto en la economía 'real' de la crisis financiera.

El Ibex, que el lunes consiguió una revalorización récord, se ha dejado ahora un 5,06%, lo que le lleva hasta los 9.706 puntos. Con pérdidas algo superiores acabaron el CAC parisino (-6,8%), el DAX de Fráncfort (-6,4%) y el FTSE londinense (-7,1%). En la Bolsa de Nueva York, aparte del pronunciado aterrizaje del Dow, que se sitúa en los 8.577 puntos, también se desplomaron el Nasdaq (-8,47%) y el S&P 500 (-9%).

Las medidas adoptadas tanto en Europa como en EEUU sirvieron para apaciguar el decaimiento de los inversores, pero ahora las Bolsas se enfrentan al verdadero impacto de la crisis financiera en la economía. "Todas las medidas adoptadas no serán capaces de lograr que muchos países, entre ellos España, entren en recesión en los próximos meses", opina Juan José Fernández Figares, analista de Link Securities.

El sistema financiero ha dado síntomas en estos días de una cierta recuperación tras las soluciones económicas. El Euribor, indicador más utilizado para la revisión de hipotecas en España, ha caído por cuarto día consecutivo, lo que permite a los inversores centrarse "en analizar la situación macroeconómica y los resultados empresariales", según el experto. Y son precisamente los últimos datos los que han desatado las dudas de nuevo.

El presidente de la Reserva Federal de EEUU, la autoridad monetaria del país, Ben Bernanke, ya ha advertido de que la estabilización de los mercados financieros no garantizará "acto seguido" una recuperación económica.

El abultado descenso de las ventas minoristas en Estados Unidos en septiembre, el mayor en tres años, ha reavivado el temor de los inversores a que se produzca una fuerte recesión -una contracción del Producto Interior Bruto- en la mayor economía del mundo, que podría extenderse después a otros países desarrollados. Ese es el pronóstico del Fondo Monetario Internacional.

Por otro lado, los resultados financieros de dos grandes bancos, JPMorgan y Wells Fargo, añadieron más incertidumbre a ambos lados del Atlántico. La desconfianza ha lastrado la cotización de las entidades financieras, como Citigroup (-2.39 / -12.84%), Bank of America (-2.71 / -10.21%) o JPMorgan (-2.22 / -5.45%).

Estos signos de desaceleración en la actividad económica aumentan las expectativas de que repunte el paro, lo que a su vez tendría un impacto en el consumo y agravaría aún más las dificultades que atraviesan las empresas en todo el mundo.

El panorama se deja notar en el precio del petróleo, que esta jornada, ante las perspectivas sobre la evolución de la demanda, caía más de tres dólares. La OPEP ha reducido su pronóstico de crecimiento de crudo en más de un tercio. El barril Texas, de referencia en EEUU, cotizaba así en 74 dólares, un mínimo en 13 meses. Mientras, el europeo Brent mantenía a duras penas el nivel de los 70 dólares.

Los bancos, otra vez en rojo

Mientras tanto, los esfuerzos para aliviar la crisis financiera continúan. La Unión Europea se reúne este miércoles y jueves para ampliar las ayudas a los bancos, acordadas por el Eurogrupo el domingo, con el respaldo de los 27 países que conforman el bloque. El objetivo a partir de ahora será llevar a cabo una serie de reformas que eviten que otra crisis financiera vuelva a suceder. "Debemos pasar a la fase dos", subrayó el primer ministro británico, Gordon Brown, horas antes del comienzo de la reunión.

Ante esta situación de incertidumbre, los bancos están de nuevo entre los valores más castigados. Santander y BBVA, retrocedieron un 5,4% y un 5,5%, respectivamente, seguidos de Banco Popular (-4,3%), Bankinter (-1%) y Banco Sabadell (-0,8%). El único que acabó con ganancias fue Banesto (3,7%).

También destacaron los recortes de las constructoras, como los de Ferrovial (-8,3%), Sacyr Vallehermoso (-7,8%), ACS (-7%) y FCC (-4,4%).

Otros descensos importantes fueron los de Gamesa (-9,7%) -el mayor de la jornada-, Abengoa (-9,6%), Iberdrola (-8,3%), Cintra (-7,9%) y Telefónica (-2,9%).

La caída del índice Dow Jones más de 500 puntos el 19 de octubre de 1987 había sido la mayor hasta ahora. AFP/Getty Images  El presidente George W. Bush y el secretario del Tesoro Henry Paulson hablan con los medios de comunicación frente al edificio del Tesoro, el viernes 3 de octubre de 2008, en Washington. Charles Dharapak / Foto AP

Terror en la bolsa de valores

El índice industrial Dow Jones perdió 782 puntos el lunes y quedó por debajo de los 10.000 por primera vez en cuatro años en medio de temores de que la crisis financiera de Estados Unidos se está propagando por el mundo.

 

A pesar de los multimillonarios planes de rescate aprobados por el gobierno estadounidense y los gobiernos de otros países, los inversionistas parecían escépticos y optaban por vender apresuradamente, y los mercados crediticios seguían restringidos.

En las operaciones del mediodía, el índice industrial Dow Jones bajaba 476,13 puntos (4,61%) a 9.849,25 puntos. En cierto momento de la sesión matutina, el Dow cayó casi 600 unidades. Es la primera vez que el Dow cae por debajo de los 10.000 desde el 29 de octubre del 2004.

Los índices más amplios también retrocedían marcadamente. El índice Standard & Poor's declinaba 53,12 puntos (4,83%) a 1.046,11 unidades, mientras el índice compuesto Nasdaq bajaba 101,86 puntos (5,23%) a 1.845,53.

El índice Russell 2000, barómetro de las empresas más pequeñas que cotizan en bolsa, caía 26,33 puntos (4,25%) a 593,07.

Al cierre de los mercados en Europa, el FTSE-100 de Londres cayó 5,77%, el DAX de Alemania perdió 7,07%, y el índice francés CAC-40 se desplomó 9,04%.

Lo mercados parecían estar percatándose de que las intervenciones gubernamentales no lograrán destrabar los mercados crediticios en el corto plazo, y de que muchos bancos aún tienen dificultades para obtener acceso a liquidez. Eso ha llevado a muchos inversionistas a huir de las acciones y buscar refugio en bonos de deudas.

Durante el fin de semana, los gobiernos de varios países europeos se apresuraron en resguardar a sus atribulados bancos. En Alemania, el gobierno y la industria financiera acordaron desembolsar 68.000 millones de dólares para salvar a la empresa de bienes raíces Hypo Real Estate Holding AG, mientras que el Francia el BNP Paribas accedió a adquirir el 75% del banco Fortis Belgium.

Los gobiernos de Alemania, Irlanda y Grecia además anunciaron que garantizarían los depósitos bancarios en su totalidad.

La Reserva Federal, el banco central estadounidense, tomó nuevas medidas para apuntalar a los mercados crediticios y anunció el lunes que pagará intereses sobre las reservas de los bancos comerciales y que ampliará sus programas de créditos a los bancos en problemas.

El rendimiento del certificado del Tesoro a tres meses retrocedía a 0,42% del 0,50% del viernes. El rendimiento del bono a 10 años bajaba a 3,49% del 3.60% del viernes

Imagen del interior de la sede del BCE en Francfort. (Foto: EFE)Bush defiende ahora la intervención en el mercado 'sólo cuando es necesario'. (Foto: AP)

WASHINGTON.- El partido demócrata y republicano de EEUU han alcanzado un acuerdo sobre los puntos principales del plan de salvamento de EEUU presentado por el presidente del país, George W. Bush, según ha confirmado el senador demócrata, Christopher Dodd.

Dodd, que preside el Comité de Bancos del Senado, ha informado de que los negociadores del Congreso de EEUU y del Senado han llegado a un acuerdo sobre los contenidos esenciales que contendrá el plan y que habían supuesto hasta ahora un obstáculo insalvable para ambos partidos.

El Congreso podría actuar "en unos pocos días", ha admitido en una comparecencia ante la prensa después de una larga reunión que ha durando toda la mañana del jueves. El acuerdo se produce tras las negociaciones mantenidas por los parlamentarios en el Capitolio, y en las que participaron los miembros más importantes de los comités que supervisan los asuntos financieros en ambas cámaras.

Bush ha expresado su deseo de alcanzar el acuerdo lo antes posible: "Espero que podamos alcanzar un acuerdo muy pronto". La respuesta de Wall Street ha sido positiva con un alza del 1,84% en el índice Dow Jones de Industriales.

El mismo optimismo manifestó el senador republicano Robert Bennett. "Preveo que tendremos un plan que puedan aprobar la Cámara Baja y el Senado, firmar el presidente y que aporte certidumbre a esta crisis", afirmó.

El siguiente paso será contar con la aceptación del departamento del Tesoro. De momento, la portavoz del Tesoro Jennifer Zuccarelli ha afirmado que su "enfoque sigue siendo el mismo, asegurar que el paquete final sea efectivo".

Barney Frank, presidente del Comité de Servicios Financieros de la Cámara Baja, declaró que el acuerdo responde "a la mayoría" de las preocupaciones de los demócratas, al tiempo que a la petición central del Gobierno.

Los puntos de la discordia eran la protección del dinero del contribuyente, un mecanismo de supervisión del programa y un límite a los salarios de los ejecutivos de las empresas que se beneficien de la ayuda.

George W. Bush llegó incluso a convocar para este jueves a los líderes del Congreso y a los candidatos a ocupar su puesto a partir de enero, Barack Obama y John McCain, para tratar de llegar a un compromiso conjunto sobre el plan de rescate financiero de 700.000 millones de dólares (más de 470.000 millones de euros).

El objetivo era cerrar filas en torno a un plan que Bush ha defendido para evitar que la grave crisis financiera vaya a más. El presidente se justificó en que su ideología se basa "en otorgar la mayor la libertad de los mercados", pero que "el mercado ahora no está funcionando correctamente", por lo que no queda otro remedio que realizar algunas correcciones temporales.

Un rescate a punto de naufragar

El camino no sido fácil desde se conociese que la Administración Bush preparaba la que sería la mayor intervención financiera desde la Gran Depresión de los años 30.

Se trataba de dar confianza a un sistema financiero bloqueado por la falta de confianza. Los bancos se muestran reacios a prestar dinero después de las dificultades que han sufrido algunas de las grandes entidades de Wall Street, como Fannie Mae y Freddie Mac, Lehman Brothers, American International Group, Morgan Stanley o Goldman Sachs como consecuencia del cataclismo del negocio de hipotecas de alto riesgo en EEUU, un paraíso financiero convertido en quebradero de cabeza cuando se disparó la morosidad.

La euforia de los mercados ante un rescate que comprometía al Estado a adquirir los activos relacionados con estas hipotecas pronto se volatilizó. Aparecieron las dudas en torno una negociación que se revelaba ardua entre republicanos y demócratas en el Congreso. El presidente de la Reserva Federal de EEUU, Ben Bernanke, y el el secretario del Tesoro, Henry Paulson, salieron al paso de la incertidumbre juzgando "la inacción del Congreso" como un riesgo "serio" para la economía.

El principal obstáculo no era la intervención en sí misma, sino hasta qué punto alcanzaría la 'mano' del Estado. Ambas partes mantenían diferencias importantes en temas como las compensaciones de los ejecutivos, el plan de ayudas o la participación estatal.

Mientras tanto, el Gobierno trataba de calmar el nerviosismo de los mercados avanzando algunas de las medidas, como la prohibición temporal de operar a aquellas empresas de inversión especializadas en ventas a corto plazo. A ello se suman las millonarias inyecciones de liquidez realizadas por bancos centrales de todo el mundo.

Edificio del regulador bursátil de EEUU en Washington. (Foto: AFP)Sede del banco de inversión Lehman Brothers en Nueva York. (Foto: REUTERS)

La economía norteamericana entre el miedo y la desesperanza

WASHINGTON.- La Comisión de Valores de EEUU (SEC) ha aprobado un plan que impide operar temporalmente en el mercado a 800 compañías de inversión especializadas en ventas a corto plazo, en un intento por frenar la especulación y un deterioro mayor de la Bolsa.

Mediante este tipo de operaciones bursátiles, un inversor toma prestadas acciones de una empresa, previo pago de comisión, para venderlas y volver a comprarlas después con la esperanza de que haya bajado el precio y así poder embolsarse la diferencia antes de devolverlas al propietario.

Esta acción, que según explica el regulador bursátil estadounidense "no sería necesaria en un mercado que funcionara bien", forma parte del amplio conjunto de medidas adoptadas por la Reserva Federal, el departamento del Tesoro y el Congreso de Estados Unidos para afrontar la crisis. Su aplicación será inmediata y tendrá una duración de diez días que podría prolongarse hasta un máximo de 30.

La suspensión se produce después de la reunión convocada por la SEC este jueves para examinar los últimos episodios de la crisis económica estadounidense. La semana ha estado marcada por la quiebra del que fuera cuarto banco de inversión de EEUU, Lehman Brothers, y los problemas de la tercera aseguradora del mundo, American International Group, que a punto estuvieron de llevarle a la bancarrota de no haber sido por el plan de salvamento de la Reserva Federal.

El regulador afirma haber actuado en coordinación con los Servicios Financieros del Reino Unido -que el jueves tomaron una acción similar en sus mercados- "para proteger la integridad y la calidad del mercado de valores y fortalecer la confianza de los inversores".

Por otra parte, el Departamento del Tesoro de EEUU ha anunciado un plan para garantizar hasta en 50.000 millones de dólares (35.000 millones de euros) durante un año, los activos de los fondos mutuos de inversión durante un año, afectados por una retirada masiva del dinero por parte de los inversores dad la incertidumbre financiera. Para ello utilizará un fondo creado en la época de la Depresión para afrontar la crisis financiera.

Las instituciones interesadas en participar deberán aportar dinero al programa, cuyos fondos públicos ya fueron liberados por el presidente George W. Bush.

Mientras tanto, el mercado espera el resto de medidas del plan anticrisis del Gobierno. El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Henry Paulson, ha confirmado que el Gobierno gastará "cientos de millones de dólares" para responder a la crisis financiera. Además, ha señalado que la administración elevará la intervención en el mercado inmobiliario, que considera la raíz de los problemas financieros de EEUU.