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Manuel Hernández Villeta

La crisis de los pollos y los huevos dominicanos, debe encontrar una salida para entrar al mercado haitiano.....Del escritorio de Manuel Hernández Villeta

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haiti-ap.jpg       Los comerciantes y el Gobierno  tienen que buscar una salida urgente a los problemas que enfrentan los productores de huevos y pollos, perjudicados por una veda de las autoridades haitianas. Los productores avícolas nacionales deben ser protegidos, en momentos en que muchos se podrían ir a la quiebra debido a las acciones tomadas por comerciantes y autoridades haitianas, de impedir el paso de esos productos dominicanos. Ya se probó que la gripe aviar no constituye un gran peligro  para la avicultura dominicana, por lo que es inexplicable la posición de las autoridades haitianas.   

      Las autoridades fitosanitarias dominicanas deben solicitar la colaboración de asociaciones agrícolas y sanitarias internacionales, sobre todo ligadas a las Naciones Unidas, para que certifiquen que la fiebre aviar no es  peligro para el país.

 Desde luego, que por razones comerciales el caso no se puede tratar a la carrera, sobre todo si se toma en cuenta los graves problemas que la gripe aviar, que no es el tradicional moquillo de los pollos dominicanos, ha ocasionado en Asia y Africa.

      Uno de los alimentos básicos de la población dominicana son los pollos y los huevos, razón por la cual es inaceptable que haya una posición de enfrentamiento con las autoridades de Haití.

         Además, los haitianos no cuentan con los suficientes laboratorios y organizaciones de seguimiento sanitario, para determinar el peligro o los beneficios de consumir determinada carne, o alimento.

         Siempre esas autoridades han sido dejada, sin importarle la suerte de su pueblo, que vive sumido en el abandono. Pone de manifiesto esta situación, que el mercado comercial con Haití no está reglamentado, y más bien es ejecutado por mercaderes y comerciantes que juegan a su manera para obtener beneficios.

 Si hubiera una regla de juego clara, ahora no se estaría dando este caso. Toca a la Cancillería dominicana buscar  corregir las cosas con la Secretaría de Relaciones Exteriores de Haití-.

  Mientras, abogamos para que la carne de pollo y los huevos puedan llegar a los consumidores a precios reducidos, y de esa forma evitar que se mantenga cualquier movimiento especulativo.

 Lamentamos que en muchas ocasiones haya comerciantes inescrupulosos, que se dedican a la especulación y a vender como les viene en gana los pollos y los huevos. Las autoridades y los comerciantes haitianos tienen que tener plena confianza en las autoridades dominicanas, que han probado que no constituye un peligro la gripe aviar, y que la producción avícola está a salvo.

 Hay la  necesidad de que se mantenga a bajo precio el valor de los alimentos de primera necesidad. A pesar de las dificultades  enfrentadas debido al paso de las tormentas tropicales, hoy se puede decir  que en el país se pueden encontrar los alimentos básicos que demanda la población.

 Siempre es de lamentar, y toca a las autoridades enfrentar, a los que se dedican a la especulación y a querer jugar con la comida de los dominicanos, sobre todo de los que padecen más necesidades.

 Abogamos por reglas claras en las relaciones dominico-haitianos y que definitivamente la solución de los problemas no se encuentren unilateralmente en manos de los comerciantes. A corto y a largo plazo, reglas de juego claras, es la solución

 

 

 

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